Casi a los gritos, Matías Nahuel Paz (23) entró en la comisaría y pidió hablar con el jefe. Instantes después, el tono eufórico trocó en llanto, pues había llegado a confesar lo más atroz de su vida: ante la autoridad policial, admitió que él había matado a cuchillazos a su madre de 45 años y a su hermanita de 9. Y que después inició un incendio en la cocina con intenciones de quemarlas con casa y todo para borrar sus huellas. Le creyeron en el acto por un corte en su mano derecha y manchas de sangre en su ropa, y de inmediato quedó detenido, informó Télam y el diario 0223 de Mar del Plata.
El doble crimen de Laura Verónica Sánchez y su nena de 9 años fue descubierto por los bomberos alrededor del mediodía de ayer en una humilde casa cercana al puerto de la ciudad de Mar del Plata. Habían sido la pareja y otro hijo de la mujer quienes pidieron ayuda cuando volvían de hacer unas compras y se toparon con la casa llena de humo.
Los bomberos controlaron ese incendio que no se propagó más allá de la cocina. Lo terrible fue descubrir los cuerpos ensangrentados de la dueña de casa y la pequeña.
De inmediato se inició una investigación que puso entre los posibles sospechosos al hijo mayor de la mujer, un conflictivo joven que ya tenía antecedentes por portar un arma de fuego ilegalmente y también por violencia de género, aunque no contra su mamá, indicaron.
No trascendió qué motivos llevaron al sangriento y letal descontrol a ese joven, al que se le efectuará un examen mental que es obligatorio, pues así el juez podrá saber si estaba o no en su sano juicio cuando decidió concretar la más cruel y despreciable de sus acciones.
Si de esa pericia se desprende que comprendió todo y que lo hizo a propósito, no tendrá atenuantes y podrá ser condenado a la pena máxima, perpetua.