En solo un minuto y medio, tres delincuentes entraron a un negocio de computación del centro capitalino y robaron 9 equipos por un valor de 40.000 pesos. El golpe fue de madrugada y estaba bien planificado. Forzaron la puerta y, mientras sonaba la alarma, fueron directamente a sacar las notebooks de una vitrina y otra computadora de un mueble. Una cámara de vigilancia localizada en la calle registró la rápida huida de los ladrones en un auto. La policía y un vigía privado llegaron a los 6 minutos, para entonces ya no había ni rastros de la banda.

El tiempo que duró el robo quedó registrado por una de las cámaras de seguridad instaladas por la policía cerca del local de San Juan Informática, en avenida Rawson al 186 Norte, entre San Luis y 25 de Mayo. Las imágenes donde aparecen los ladrones y se ve el auto utilizado, ahora son analizadas por los investigadores, pero no son nítidas, explicaron Jorge Espín y Antonio Rossi, los dueños del comercio.

El negocio también cuenta con un sistema de alarma que es monitoreada por una empresa privada, que detectó que los delincuentes ingresaron a las 4:29 de la madrugada de ayer. Fue después de que los desconocidos rompieran la pequeña puerta de la persiana metálica y, utilizando una barreta, forzaron otra cerradura hasta abrir la puerta de blindex del salón de ventas de San Juan Informática. Ahí se disparó la alarma, pero poco les importó a los delincuentes.

Jorge Espín relató que "todo fue muy rápido. Fueron directo a las computadoras que teníamos en exhibición. No tocaron la caja ni revisaron el depósito ni las oficinas". Los delincuentes sabían lo que buscaban y aparentemente tenían el tiempo calculado. Llegaron al fondo del salón y tras romper un vidrio, vaciaron el mueble donde tenían las notebooks. Espín comentó que se llevaron 8 computadoras portátiles, marcas Samsumg y Bangho. El más barato de esos equipos valía 3.200 pesos y el más caro 5.500, señaló el comerciante. De pasó, también sustrajeron otra computadora, de las llamadas "Todo en una", que estaba sobre un mueble de la vidriera.

Lo que se olvidaron de llevar fueron las baterías y los cargadores, dijo Espín, quien estimó que les robaron 40.000 pesos en equipos.

Aseguraron que el golpe duró un minuto y medio. Así lo registró la cámara de seguridad ubicada en la calle, señaló Antonio Rossi, el otro dueño. En esas imágenes se ve a los tres delincuentes salir del negocio y escapar en un auto color claro, que podría ser un Renault Megane o un Renault 19, contaron. A todo eso, la alarma seguía sonando. La policía llegó rápido. Según Rossi, la primera patrulla llegó a los 6 minutos. Lo mismo que un vigilador privado que envió la empresa que monitorea la alarma. Pero claro, los ladrones no estaban.