Sergio Muñoz vio al sujeto cuando entró a su local sin sacarse el caso y enfiló directo por el salón hacia el final, donde estaba el cobrador. Llevaba el brazo derecho extendido con un arma apuntando al piso y cuando lo tuvo al alcance, le manoteó el maletín en el que llevaba unos $460.000 en efectivo y otros $200.000 en cheques. Entonces ocurrió el momento más dramático, porque la víctima se resistió a entregárselo y hubo un forcejeo que terminó prácticamente en el acto, pues el ladrón no dudó en descerrajar un disparo a la zona media del cuerpo. ‘Creo que todo pasó en 10 segundos, fue muy rápido’, dijo ayer Muñoz.

Lo que siguió, en medio de la sorpresa del comerciante, de una empleada y dos clientes, fue también dramático, porque en el acto notaron que Jorge Martorella (38) había sido herido en la zona derecha de su ingle y hubo ansiedad hasta que llegó la ambulancia. Ayer, dijeron que estaba fuera de peligro.

Los mismos testigos vieron también cuando un cómplice del asaltante cruzó el bulevar en moto, lo cargó y emprendieron la huida. Según la Policía, uno de los sospechosos fue apresado luego en una moto Duke 200 cc por policías del Comando Radioeléctrico con los cheques sustraídos en el barrio Victoria, Rawson, más conocido como Lote Hogar 5.

Todo pasó alrededor de las 12 en el interior de la distribuidora de pescados y mariscos ‘Atlántico Sur’, ubicada en el 413 Sur de Abraham Tapia, pasando Agustín Gómez, en Trinidad, Capital.

En la Policía están convencidos de que el delincuente sabía perfectamente que Martorella concretaba ayer sus habituales recorridas de cobro en las distintas pescaderías en las que es proveedor.

Y se sorprendieron de que hiciera ese trabajo con recaudaciones tan abultadas sin tomar precauciones, como la contratación de un adicional de la Policía u otros métodos, como transferencias bancarias.

Anoche, eran optimistas y confiaban en esclarecer el caso.