No faltaron las bromas. Tampoco los aplausos, algún cantito y hasta lágrimas. Así de particular fue el recibimiento de Juan José Chica que llegó ayer desde Buenos Aires tras permanecer internado en el Hospital Italiano por las heridas sufridas en el violento asalto que vivió hace más de dos semanas en su casa de Trinidad. "Dios me devolvió la vida", dijo emocionado el dirigente sindical y funcionario provincial, que no podía caminar ante tantos abrazos y besos de las más de 50 personas que lo esperaban en el aeropuerto de Las Chacritas.
Sus párpados aún morados y su lento caminar denostaban las secuelas de aquella odisea del 7 de junio último en la mañana, cuando Juan José Chica fue tomado por asalto en su casa de calle Belgrano por una banda de al menos 4 delincuentes. "Siempre vemos que los hechos de inseguridad lo sufren los otros, pero cuando le toca a uno es terrible. En un momento pensé que eran mis últimos minutos de vida", contó el secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza y subsecretario de Deportes de la provincia. Esto en referencia a cómo le pegaron esos delincuentes que se alzaron con un botín de 44.000 pesos y 9.000 euros.
De la investigación judicial no se avanzó casi nada. El mismo Chica reconoció que no pudo ayudar a confeccionar los identikits de los asaltantes, ya que no alcanzó a verlos bien. Él sigue sospechando que fue una "entregada" y apuntó al personal de servicio. "Soy confiado y en un año, por mi casa, pasaron como 10 empleadas que fui cambiando. Ellas entraban, salían y me revisaban todo. Y puede venir por ahí, no queda otra. Los ladrones sabían todo", relató.
Esos malos recuerdos se mezclaban con los saludos y abrazos en el hall del aeropuerto ayer pasadas las 21:30. Ahí lo esperaban su madre, sus hermanos, gente del sindicato y hasta empleados de su cartera de gobierno. Aseguró que, después de lo vivido, no tiene miedo y prometió que la semana próxima estará nuevamente trabajando. Eso sí, tendrá que llevar todavía el corset (por las lesiones en las vértebras) y el cuello ortopédico por un tiempo.