‘En caso de duda, se debe estar a favor del imputado’, establecen las normas a la hora de someter a un sospechoso a un proceso penal. Esa incertidumbre en los jueces Maximiliano Blejman, Eugenio Barbera y el subrogante Ernesto Kerman (Sala III, Cámara Penal) dejó ayer a un sospechoso absuelto por el beneficio de la duda y a la familia de la víctima, indignada. El fantasma de la irregular actuación de un grupo de cinco policías de la Seccional 17ma de Chimbas, actualmente presos, pareció ser clave en el fallo. Una escucha telefónica por un caso de drogas que también complica a esos policías, puso al descubierto que le plantaron un arma y también buscaron un testigo para complicar al sospechoso, el ahora liberado Miguel Angel Tapia (22).
Por esas anomalías y también por golpear ilegalmente a Tapia, esos efectivos están procesados. Y por eso el defensor de Tapia, Federico Petrignani, pedía anular todo, pero ayer el tribunal desestimó su planteo.
El fiscal José Eduardo Mallea y la abogada de la familia de la víctima, Sandra Leveque, habían pedido 12 años de cárcel para Tapia. Ahora, reclamarán la revisión del fallo en la Corte.
El hecho en cuestión es el crimen de Claudia Bugueño (49) una ama de casa, madre de 4 hijos, a la que no le gustaban los festejos del carnaval. ‘Tenía miedo que hubiera peleas y le pasara algo’, recordó ayer su hermana Irene. Pero el carnaval la fue a buscar. El 4 de marzo de 2017, el desfile carnavalero terminaba a 50 metros de su casa en Chimbas, y fue ahí que ser armó una pelea y uno de los rivales sacó un revólver y disparó. La bala no era para ella pero se metió en el abdomen de Claudia, que estaba en la puerta con una sobrina. Murió 6 días después.
Hasta ayer se sospechó de Tapia porque fue señalado por esos cuatro rivales que admitieron haberlo provocado por viejas disputas. También lo señaló un testigo ajeno al pleito, pero surgió curiosamente luego de que apareciera el arma, indicaron.