Se llama Federico Elías Fernández Santa Lucía, tiene 34 años, es enfermero de quirófano y ayer fue condenado por la jueza en lo Correccional Mónica Lucero a 1 año de prisión, por amenazar a las nutricionistas de la cárcel, María Emilia Fornasari y María Elizabeth Paredes, disconforme con la dieta que le dieron para sus problemas de colesterol. Fernández Santa Lucía no es uno más en la cárcel: desde que cayó preso en una redada por presunta trata sexual de su cuñada de 14 años, el 9 de mayo de 2012, su vida y la de quienes se vincularon con él sufrieron serias alteraciones. Al punto de que, por su causa, hasta un abogado terminó asesinado por su hermano con la complicidad de su padre. Y también un exdirector y otros cinco guardias acabaron presos (tres siguen detenidos), y sumaron sus nombres a los 11 funcionarios sospechados de participar en las torturas que sufrió.
En el medio, Fernández Santa Lucía quedó con serias secuelas por una violenta paliza de presos y la que supuestamente le propinaron luego los guardias y recibió 3 condenas.
La primera se la impusieron en la Sala III de la Cámara Penal: el 6 de junio de 2014 le dieron 14 años de cárcel por abusar y hacerse practicar sexo oral con el hijo de su pareja (tenía 5 años), situación que surgió de una foto secuestrada en el operativo por trata. Entonces se suponía que junto con la madre del niño, una cuñada y otro sujeto, intentaron vender a la hermana menor de las mujeres en 2012.
Sin embargo el 26 de agosto de 2015, el Tribunal Federal local absolvió a los cuatro implicados en ese delito, pero Fernández Santa Lucía recibió 4 años por tenencia y acopio ilegal de armas y una de sus cuñadas, 3 años por corromper a esa menor.
La condena de ayer fue por un hecho ocurrido el 11 de abril de 2017. Ese día una médica le escuchó decir: "Cuando yo salga voy a hacer desaparecer a los hijos de esas dos", y a ese comentario sumó otro más preocupante, la mención de las "14 puñaladas" contra el abogado (Francisco Sirera, muerto por su hermano y su padre), número que aludía a los años de cárcel que recibió en su primer castigo. Ayer, molesto, dijo que "apelará".
"Se autosatisfacía"
La condena de ayer no está firme porque Fernández Santa Lucía puede pedir la revisión ante la Corte de Justicia. De todos modos allí no acaban sus problemas. Ayer trascendió que en una Fiscalía se instruye una causa para saber si cometió o no algún delito, con una situación muy particular: "hay registros en video en los que se lo ve autosatisfaciéndose con fotos de niños", dijeron fuentes judiciales.