Hasta anoche no habían pistas sobre los delincuentes que atacaron al remisero Florencio Leiva. De lo que hay certeza es que el chofer continuaba luchando por su vida, y permanece en coma, por los dos puntazos que recibió en el pecho durante el presunto intento de asalto que sufrió el martes a la noche en el límite entre Rawson y Pocito. Él aún no pudo aportar datos debido a su grave estado y tampoco hay testigos presenciales del hecho que permitan guiar la investigación.
Hay versiones de adentro de la Policía que insinuaron que podía tratarse de un ataque por motivos personales, pero la hipótesis principal es que a Florencio Leiva intentaron asaltarlo y él se defendió. ‘Por ahí están diciendo que fue por un tema pasional y eso es mentira. Mi hijo estaba trabajando desde la tarde y nadie sabe qué pasó. Un compañero de él me contó que, cuando mi hijo pidió ayuda por radio, dijo que lo habían asaltado’, relató María Pérez, la madre del remisero de 37 años.
El chofer es de un barrio de Chimbas y junto a su mujer tienen 4 hijos, de entre 5 a 14 años, comentó su mamá. Es remisero desde hace años y conducía un Renault Logan de la empresa Del Bono cuando sufrió el ataque. Como hasta anoche seguía inconsciente, los policías de la Subcomisaría del Bº Ansilta no podían tomarle testimonio. Es así que no saben dónde levantó pasaje y cuántas personas iban en su vehículo. Creen que fue más de uno. Por la posición en que quedó el auto, se supone que transitaba al Oeste por calle 5 hasta que paró, o lo hicieron detener, cerca de Meglioli.
Es una incógnita qué sucedió en ese lugar. Lo que queda claro es que lo atacaron al menos con un arma blanca y que Leiva intentó defenderse. Su madre describió que tiene cortes en las manos y raspones en el rostro, además un puntazo en el cuello y las heridas en el tórax. Estas últimas fueron las más graves, ya que recibió dos puntazos que afectaron sus pulmones y le provocaron una hemorragia interna. Según la Policía, el remisero fue auxiliado en primera instancia por una mujer que pasaba en auto en compañía de sus hijos. Esa testigo llegó cuando Leiva ya estaba solo, dijeron. No le habrían robado nada, agregaron. Por otro, los vecinos de la zona no vieron lo ocurrido. Y el chofer, apenas alcanzó a decir su nombre. Todo eso complica la investigación.

