La autopsia reveló que Héctor Alejandro Leiva, el detenido de la Seccional 2da., murió como consecuencia de una "infección respiratoria aguda", indicó una fuente judicial. Podría ser por una broncopulmonía, dijeron. Esto tira abajo la versión de que fue por una golpiza sufrida de manos de la policía, pero deja abierta la posibilidad de que haya existido falta de atención médica o una posible mala praxis. Un dato llamativo es que en una de las veces que lo atendieron solamente le suministraron un analgésico para la fiebre, siendo que posiblemente su cuadro de salud ya era grave, según datos de la investigación.
Descartado el hecho doloso, el caso seguirá siendo investigado por la juez Silvia Peña Sansó de Ruiz en el Cuarto Juzgado Correccional para establecer si hubo un delito culposo. Es que el informe del especialista forense Alejandro Yesurón desvirtuó las afirmaciones de María Leguizamón acerca de que su hijo, Héctor Leiva, murió por las heridas producidas por una golpiza dada supuestamente por los uniformados que lo detuvieron el sábado 29 de agosto último en Concepción. El muchacho de 30 años, padre de un nene y con antecedentes penales, esa madrugada fue llevado preso por querer sustraer una moto, informaron en la policía.
Según fuentes del caso, la autopsia realizada por el forense Yesurón indicó que Leiva, si bien tenía algunos moretones, murió a causa de una "infección respiratoria aguda". Esto es habitual en una bronconeumonía, proviene también por bajas defensas, indicó un entendido. En la policía comentaron que la tarea será ahora investigar si se pudo haber detectado antes el cuadro de salud de Leiva y, si es así, porque no lo asistieron a tiempo. Según un jefe policial, el médico de la policía lo revisó el día que cayó preso y dijo que estaba bien. A mitad de semana lo llevaron al Hospital Rawson, según la policía. Ya el domingo, cuando vieron que Leiva se sentía muy mal, lo trasladaron tres veces al hospital. En la última, murió mientras era atendido. Una fuente del caso señaló que la policía dejó asentado que en una de esas atenciones médicas lo único que le dieron a Leiva fue "Dipirona", un medicamento para la fiebre. Lo que falta establecer es por qué nadie detectó que su estado era grave y por qué no lo internaron las dos primeras veces que lo revisaron el domingo.
