No estaba muy claro hasta anoche el incidente, rodeado de versiones contradictorias y la falta de información. El sábado se divulgó que la empresa minera Minas Argentinas -que opera el yacimiento de Gualcamayo- denunció el sorprendente robo de nada menos que casi $300.000 que tenía en un maletín. Y allí comenzaron los datos cruzados, apoyados por el silencio de la empresa y la falta de información precisa de la comisaría Primera, donde fue radicada la denuncia. Al final, resultó que la víctima del atraco fue el vicepresidente de la compañía, Mario Hernández, y que la suma era inferior: 45.000 dólares y 20.000 pesos (197.000 pesos entre ambas monedas) en un maletín, a su vez guardado en un armario dentro de las oficinas de la empresa en la calle General Paz, dijeron fuentes de la investigación.
El primer dato llamativo en la información difundida ayer es que el hecho ocurrió el 23 de junio y la denuncia fue radicada "en los últimos días", de acuerdo con la información publicada que cita como fuente a la comisaría Primera. Allí hay al menos una semana de diferencia entre el hecho y la denuncia, que no se condicen con la premura que debió existir en reclamar una investigación por la cuantía del botín.
Pero resulta que, de acuerdo a la denuncia según se pudo confirmar anoche, el hecho ocurrió el 25 de junio y denunciado 5 días después, el 30 de junio.
También llama la atención la difusión sobre cómo ocurrieron los hechos. Porque la información publicada ayer que cita a "fuentes con acceso a la causa" indica que un empleado al que no identifican se dirigió a una oficina de custodia de caudales, ubicada en la lateral Norte de la Circunvalación, en Concepción, y en ese lugar se produjo un descuido que hizo que alguien tomara el maletín y saliera corriendo, sin ser alcanzado por nadie. Y para agregarle más condimentos, una vez fugado el sujeto la denuncia se demoró varios días.
Pero según la denuncia radicada en la comisaría Primera que no fue comunicada pero se conoció anoche, la víctima del robo fue la segunda autoridad del emprendimiento minero Gualcamayo, Mario Hernández. Pero no fue en ninguna visita a ninguna empresa, siempre de acuerdo con la propia denuncia, sino en un local que posee la compañía, en la calle Salta, en Capital. Según se conoció, Hernández guardaba ese dinero en un maletín para comprar un departamento en Córdoba.
En la empresa dijeron que no hubo ninguna información oficial porque "se trata de un hecho que si bien ocurrió en oficinas de la firma, afectó a un particular". Y desde la policía recién ayer trascendió que los principales sospechosos son los empleados, porque suponen que sólo alguien con una llave o copias de las llaves originales pudo entrar a la oficina de Hernández y al armario donde guardaba el maletín sin ejercer violencia: lo único forzado resultó el maletín que quedó en el mueble, sin el dinero.
Por esa razón el juez de Instrucción Leopoldo Zavalla Pringles ordenó unos 5 allanamientos en los domicilios de los empleados, que de todos modos resultaron negativos. El delito que se investiga es un presunto hurto calificado, es decir que si llegasen a atrapar a algún sospechoso podría conseguir la excarcelación, dijeron fuentes judiciales.

