El juicio bajo el sistema de Flagrancia pasó a un cuarto intermedio para que una junta médica determine si el acusado, identificado pro fuentes judiciales como Roberto Furque, padece enfermedad psiquiátrica y si puede comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones.

Furque vive con su esposa, de 65 años, y una hija, de 26 años, en Villa El Salvador, Chimbas. A la 1,40 de ayer martes, el hombre llamó a su esposa, que duerme en la habitación de la hija de ambos, para recriminarle por unos papales. Cuando ella le dijo que no sabía de qué papeles se refería, el atauqe violento fue inmediato.

Sin mediar palabra, la empujó contra la pared, haciendo que la mujer golpee su cabeza. Luego la sujetó con una mano del maxilar inferior y con la otra le golpeó el rostro, provocándole un rápido sangrado. La mujer intentó zafar y comenzó un forcejeo, mientras la hija de ambos ya se había despertado por los ruidos y no dudó en llamar al 911.

El personal policial que acudió al pedido de auxilio detuvo a Furque, aunque recibió una aclaración de la víctima. El hombre toma diariamente tres remedios: un psicótico de propiedades sedantes, otro para el tratamiento agudo de la esquizofrenia y uno otro más para el  tratamiento de crisis de ausencia simples y complejas.