"Doy gracias que mi esposa comenzó a toser y se despertó, sino no sé qué nos hubiera pasado. Ahora estoy en la lona, igual que mis primos". Por un lado, agradecido y por el otro, dolido ante tamaña pérdida. Esa mezcla de sensaciones invadía ayer a Mauro Rojo, un carpintero de 30 años, en la puerta de lo que una vez fue el taller que compartía con dos de sus primos sobre calle Gorriti, metros al Sur de Sarmiento, Santa Lucía. Un incendio destruyó toda la maquinaria, las herramientas y el lugar en el que trabajaban. Incluso, dos perros del hombre, murieron en el siniestro que provocó pérdidas por unos 40.000 pesos, precisó Rojo.
El siniestro se produjo alrededor de las 3 en el taller lindante a su casa que tiene desde hace 7 años Rojo, el mismo donde hace 6 años perdió 3 dedos de la mano derecha en un accidente, contó. Anoche no sabía cómo se iniciaron las llamas "porque los peritos nunca vinieron a revisar el taller", dijo. Por eso, el carpintero especuló en que el fuego se habría originado por un cortocircuito y descartó un atentado "porque no tengo problemas con nadie".
Lo cierto es que a las 3 de ayer, Elvira Pacheco, esposa de Rojo, se despertó tosiendo por el humo y le avisó al carpintero de que algo pasaba en el taller. El hombre corrió hasta la puerta que separa su casa de la carpintería y vio las llamas colarse por una banderola. Algunas llegaron a los 10 metros de altura y hasta quemaron parte de un árbol, precisó Rojo.
"Vi el fuego y corrí a sacar a mi hijo a la calle. Después no me acuerdo mucho, sólo que echaba agua por la banderola para evitar que las llamas quemaran mi casa", contó conmovido el carpintero.
Unos vecinos ayudaron al hombre a combatir el siniestro, pero poco pudieron hacer: dos sierras -una sin fin y una cuadradora-, una caladora, un compresor, herramientas de mano e incluso, dos placares que debía entregar, se quemaron.
"Fue todo muy rápido y encima los bomberos voluntarios se demoraron. Lo único que quiero es que venga alguien y nos ayude con las máquinas, porque somos tres familias con hijos chicos los que hemos quedado sin laburo", contó Rojo.

