"No voy a ir preso de nuevo". Esa fue la frase que repetía casi a los gritos Omar Alvarado mientras atacaba a María Mercedes Subelza y a su pequeño hijo de cuatro años, según declaró la víctima. Había salido de la cárcel hace poco menos de un mes, por intentar matar a su sobrino a golpes.

En medio de la conmoción por la violación de la turista salteña y el crimen de su hijo en Puerto Deseado, se conoció un escalofriante antecedente del joven detenido por el brutal ataque y el accionar de la Justicia quedó en el centro de la polémica.

Según publicó La Opinión Austral, fue la propia hermana de Alvarado quien lo puso tras las rejas la primera vez al denunciar que había tratado de matar a su hijo, menor de edad, a piedrazos.

Fue su propia hermana la que se quejó ante el juez Oldemar Villa después de que liberaran a Alvarado por falta de pruebas por la violación a María y el crimen de su hijo. “¿Por qué lo dejaste libre?”, le cuestionó.

Alvarado tenía ropa manchada con sangre y lesiones en su cara y en los brazos, presumiblemente producto del intento de defensa de la víctima. Sin embargo, esto no fue suficiente entonces para dejarlo preso. Recién este domingo en la madrugada, cuando la víctima lo identificó en rueda de reconocimiento, quedó formalmente detenido.

En las últimas horas, el acusado, que tiene además varias causas por robo y hurtos, tuvo que ser trasladado a una comisaría de Caleta Olivia para evitar que lo linchen mientras los vecinos volvían a marchar pidiendo justicia y la renuncia del juez.

En tanto, a través de la plataforma change.org, lanzaron una campaña virtual pidiendo la pena de muerte para "crímenes como el de Puerto Deseado". "La cárcel está para gente que cometió errores que pueden ser reparables, para un ladrón que se arrepintió, para un estafador que cumplió condena. NO para asesinos de niños y violadores", sostiene el petitorio que ya superó las 10 mil firmas.

 

Fuente: TN