Uno de los casos más escandalosos de desidia policial fue el sucedido entorno al crimen de Marta Griselda Cardozo (64), en febrero del año pasado, y cuya muerte quizás se evitaba si en el 911 hubiesen dado importancia al llamado de una vecina que pidió ayuda. Por esa causa judicial hay una agente que fue suspendida en la fuerza por no haber actuado como ordena el protocolo en caso de un pedido de emergencia.
La mañana del 20 de febrero de 2016, Marta Griselda Cardozo apareció muerta a golpes y violada dentro de su casa en la calle Santa María de Oro en el Bº Patricias Sanjuaninas, en Desamparados, Capital. Una vecina declaró que esa madrugada escuchó ruidos extraños en la casa de Cardozo y llamó al Centro de Operaciones Policiales para pedir que enviaran un patrullero. El llamado fue recibido por una agente de la policía, quien insólitamente que no hizo nada.