La familia de Ramoncito Grandoli, el nene de 13 años cuyo cuerpo fue desmembrado en la localidad entrerriana de Hernandarias, está convencida de que el chico fue "asesinado de la peor manera". Lo cierto es que después de 14 días de búsqueda y otros cuatro desde que aparecieron los restos, los forenses todavía no pudieron confirmar su identidad ni se sabe cuál fue la causa de su muerte.
La Justicia busca pruebas contundentes para sostener la acusación en contra de los tres primos de la víctima que se encuentran detenidos por el hecho, pero el escalofriante estado en el que fueron encontrados los restos y las características de la escena en donde estaban se convirtieron en un obstáculo difícil de sortear para los peritos.
Según informaron los medios locales, en el lugar los investigadores encontraron "huesos pelados, desparramados por distintas partes". Por eso ahora el avance de la causa estará marcado por la identificación que puedan logran a través de las piezas dentales que permanecían en el cráneo.
"Una de las líneas de investigación, es que los sospechosos hayan descartado del cuerpo completo, y los animales lo hayan desmembrado, porque en la zona hay muchos zorros", detallaron fuentes policiales a Elonce. La otra hipótesis apunta a que el chico pudo ser asesinado a puñaladas, debido a que en un pozo de los acusados encontraron una faca que está siendo peritada para constatar si tiene rastros de sangre compatible con la del menor.
La versión de los familiares de Ramoncito es aún más macabra. En diálogo con Diario Uno, expresaron: "Por cómo quedaron los restos óseos, y lo poco que quedó del cuerpo, creemos que lo pudieron haber desmembrado luego de dejarlo dentro de un recipiente con agua hirviendo".
Si bien no descartaron la posibilidad de que los animales pudieran haber mutilado el cuerpo, advirtieron: "Estos muchachos (los detenidos) son capaces de hacer eso e incluso de agregar hasta sustancias para producir el achicamiento del cuerpo".
Para ellos, no hay dudas de que se trató de un crimen brutal y premeditado que los acusados podrían haber llevado a cabo en su propia casa para después terminar de deshacerse de los restos en el pajonal donde fueron encontrados.
El caso
Ramón Grandoli desapareció el viernes 28 de febrero, cuando salió de su casa para ir al kiosco. Su cuerpo fue encontrado dos semanas después a unos 200 metros de la casa de sus primos Luis, Hugo y Walter Roldán, quienes se encuentran detenidos por el hecho.
Para la fiscal, participaron en forma conjunta del asesinato del adolescente y los imputó por el delito de Homicidio agravado por la participación de más de dos personas, que prevé una pena única de prisión perpetua.