El boxeador Amílcar Funes empezará a ser juzgado el próximo lunes en la Sala III de la Cámara Penal, acusado de haber noqueado con un cenicero al estilista Sergio Montenegro (35), para luego darle muerte asfixiándolo con una almohada en su peluquería de Avenida de los Ríos casi Córdoba, en Caucete, la madrugada del 3 de junio de 2016. Y según fuentes judiciales, insistirá en que nunca estuvo en la casa de la víctima, que no le sustrajo el teléfono y que ese aparato se lo dio luego uno de sus pupilos (entonces de 17 años), sin saber que era del fallecido.
Justamente ese joven es el principal testigo contra Funes, pues aseguró que el crimen ocurrió cuando Funes se quedó a solas con Montenegro, luego de golpearlo porque la víctima no quería darle plata para comprar drogas.
Ese joven, Jonathan Torres y su primo Esteban Torres, estaban acusados de encubrir a Funes, pues el pupilo de Funes dijo haber recibido el teléfono del boxeador al salir de la peluquería y se lo vendió a su primo. Ambos pidieron que se les conceda la probation.