Un asunto tan rutinario como salir hasta la puerta para despedir a una pariente que le dejaba su hijo para que se lo cuide, terminó en una tragedia para María Bugueño (49). Porque aquel sábado 4 de marzo alrededor de la 1 de la mañana, la mujer recibió un disparo que le perforó el costado derecho del abdomen, dañándole el hígado y otros órganos vitales. Tan grave quedó que no fue posible recuperarla y anoche, alrededor de las 20,20, falleció en el hospital Rawson, dijeron fuentes policiales.
María vivía con su marido y sus cuatro hijos en la calle Entre Ríos al 349 Norte, metros al sur del cruce con Entre Ríos, en la Villa El Salvador, Chimbas. Justo en esa esquina terminaba el desfile de comparsas por el carnaval chimbero.
Y justo en esa esquina uno de los miembros de la agrupación El Fortín del Norte de la Villa Observatorio, fue que decidió terminar un pleito con un grupo rival de la manera más violenta: a los tiros. La sospecha policial es que esa vez gatilló al menos 4 veces un revólver calibre 22, pero sólo una de las balas fue disparada y fue ésa la que terminó con los días de María.
El principal sospechoso de ese ataque que anoche acabó en crimen es Miguel Angel Tapia, un joven de 19 años apodado ‘Tarrito de Grasa’, que fue detenido el mismo día del pleito junto a otros tres sujetos por policías de la seccional 17ma.
Según la Policía, Tapia está muy complicado en el crimen porque hay testigos que lo reconocieron como autor del disparo, porque secuestraron la ropa que usaba ese día. Y porque dos días después, en una ripiera del río San Juan cerca al monumento a Perón, en Chimbas, encontraron también el revólver con el que finalmente mató a María Bugueño.
Ahora será el juez Pablo Flores quien decida la suerte de Tapia y los demás sospechosos. Todo indica que el joven debería ser indagado por un homicidio, agravado por el uso de un arma.