El bailarín Hernán Piquín resultó ileso tras ser atacado ayer de 11 balazos cuando llegaba al country del partido bonaerense de Pilar donde vive. El furioso ataque se produjo cuando descubrió al menos a cinco ladrones en la guardia que mantenían amenazado a uno de los empleados de portería.

El hecho ocurrió cerca de las 2.30, en el barrio cerrado “El Hábitat”, del barrio La Lonja, de Pilar, y el propio Piquín reveló ante la prensa que pensó que lo mataban y que está vivo “de milagro”.

Todo pasó cuando llegaba, vio a un sujeto con chaleco de la Policía y le pareció raro. Y que decidió no entrar cuando vio a otros tres más. Aceleró a los bocinazos y a los gritos, y la respuesta fueron las balas de los delincuentes que no le dieron, de milagro.