Prófugo. Este es Antonio Ibrahym Ledesma, el prófugo por el asesinato.

 

Después de casi dos años, finalmente el Gobierno echó de la Policía a la agente que no actuó ante un llamado de emergencia al 911 que pudo evitar el espeluznante asesinato de Marta Cardozo en febrero del 2016. La operadora no le dio importancia al pedido de una vecina que alertaba de los ruidos extraños que provenían de la casa de la víctima. Horas más tarde encontraron a la mujer asesinada a golpes y ultrajada.

El decreto provincial, que se conoció esta semana, señala: “Aplíquese sanción expulsiva de cesantía” de las filas de la Policía a la agente Tania Giselle Manrique, quien se desempeñaba en el entonces Centro de Operaciones Policiales, ahora llamado CISEM. La mujer policía hacía 4 años que integraba la fuerza y desde que la Subsecretaria de Control de Gestión le inició el proceso administrativo permaneció suspendida. Le reprocharon una falta grave, a entender de los funcionarios se habría cometido el delito de falta a los deberes de funcionario público.

Fuentes del caso revelaron que eran las 4.38 de la madrugada del sábado 20 de febrero del 2016 cuando la agente Manrique atendió la llamada de una vecina del Bº Patricias Sanjuaninas en Desamparados, Capital, que alertaba desesperada que escuchaba roturas de vidrios y ruidos extraños en la casa lindante situada en calle Santa María de Oro, entre Colombia y Falucho. Se refería a la vivienda de la pensionada Marta Griselda Cardozo (64). La versión dice que esa comunicación se interrumpió. Aun así la mujer policía supuestamente ya había recibido los datos y la ubicación. Sin embargo, no devolvió la llamada para corroborar el pedido de emergencia ni envió una patrulla para verificar qué pasaba. Lo cierto es que a esa hora estaban violando y asesinando a Cardozo en esa casa. Y si la agente hubiese actuado como ordena el protocolo, la Policía quizás evitaba el crimen, atrapaba al supuesto homicida y ahora prófugo Antonio Ibrahym Ledesma (45) o a lo mejor encontraba con vida a Cardozo.

 

A otro policía, por un caso de hurto

 

Otro policía que corrió la misma suerte que la agente Manrique es un policía de la Seccional 1ra que fue detenido por sustraer materiales de construcción de una propiedad en Pocito.

Se trata del agente Sergio Abel Salina, que también recibió una de las sanciones más duras: la cesantía de la Policía. Jefes policiales contaron que su caso no se hizo público y sucedió en 2015. A Salina lo descubrieron sacando materiales de construcción de una casa en Villa Nacusi, en Pocito, aseguró otra fuente oficial. Estaba con otra persona cuando llegó la Policía y lo apresó.