La Corte de Justicia realizó un "severo llamado de atención" a los jueces de Menores, María Julia Camus y Jorge Toro, por demorar más de 4 años en llegar a la sentencia en el caso de un menor que, luego de ser juzgado con dos mayores, había sido declarado responsable de haber atacado a una mujer con alteraciones mentales, haberla violado cuando agonizaba y finalmente rematado a golpes (se supone que con una pala) en la propia casa de la víctima. "Ambos desplegaron una actuación tibia, desprolija y ciertamente lenta (…)", remarcaron en su fallo los ministros Adolfo Caballero, Guillermo De Sanctis y Angel Medina Palá, exhortándolos a "extremar esfuerzos" para evitar situaciones similares en el futuro, dijeron fuentes judiciales.
El tirón de orejas a los jueces ocurrió cuando el máximo tribunal de Justicia local, analizó dos reclamos: el de la defensa de ese homicida, Juan Ignacio Navea (hoy de 24 años) que pedía su absolución. Y el de la fiscal Gladys Capdevilla de Gattoni quien solicitaba imponerle la pena de 15 años (el juez Toro lo condenó a 10), porque ese es el monto que corresponde a menores que cometen delitos castigados con perpetua: la ley manda aplicarles una pena prevista para la tentativa. Y la Corte le dio la razón.
El caso en cuestión es el de Elsa Sánchez (54). El 28 de julio de 2011, la encontraron sin vida, desnuda, con claros signos de abuso sexual y ensangrentada en su casa del Lote Hogar 35, en Pocito. La habían visto por última vez cinco días antes. Los inmediatos sospechosos fueron sus inquilinos, Juan Ignacio Navea, su hermano Carlos y el padrastro de ambos, Ricardo Tejada.
Al momento del juicio, Fiscalía entendió que a los mayores debía aplicárseles perpetua y declarar responsable a Juan Ignacio porque era menor, tenía 17 años. El 12 de diciembre de 2013, los jueces de la Sala I de la Cámara Penal absolvieron por el beneficio de la duda a los mayores, y declararon responsable de los gravísimos delitos al menor, por una prueba contundente: un ADN que demostró que él había violado a la mujer.
El 11 de febrero de 2014, el caso pasó a los juzgados de menores y entró en tales períodos de inacción -según el fallo- que la juez Camus tardó 2 años y 4 meses en declararse incompetente. Y Toro recién vino a sentenciar al menor el 28 de febrero de este año.