Un verdulero de 42 años acordó con el fiscal Gustavo Enrique Manini confesar su autoría en graves delitos sexuales que le imputaban y recibir una pena de 14 años de cárcel. El juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) aceptó ese planteo y finalmente resolvió condenar al verdulero a 12 años de cárcel, dijeron fuentes judiciales.

La situación se le fue de las manos al verdulero, cuando le pidió con insistencia a la mayor de sus hijastras, por entonces de 17 años, que le mostrara sus "lindos pechos’. La chica se negó rotundamente y resolvió preguntarle a su hermana de 13 años si con su padrastro le había pasado una cosa parecida. Ahí la niña rompió el pesado secreto al que era obligada y detalló su terrible experiencia.

Así, reveló que desde que tenía 10 años empezó a ser manoseada hasta que un día fue violada, obligada a otras aberrantes prácticas sexuales e incluso trasladada varias veces a un hotel por horas en el que era ultrajada y obligada a ver películas pornográficas. Si alguna vez se negaba, era golpeada.

El 26 de abril de 2013, se armó un gran lío porque la mayor le contó todo a su madre cuando llegaba con el acusado a su casa. El sujeto rechazó todo y armó un escándalo, pero la jugada le salió al revés: el conflicto obligó a los vecinos a llamar a la Policía y quedó preso.

Luego se supo que la hija de la segunda pareja de su papá no fue la única víctima, sino también su propia hermana. Entre lágrimas, esa otra niña, por entonces de 12 años, también confirmó que había sido víctima de los manoseos de su padre y otras prácticas que, si bien no llegaron a la violación, incluyeron intentos por accederla y la exhibición de películas pornográficas.