El revólver, un calibre 22 con un cartucho, estaba escondido entre los escombros que caen de una vieja casa de adobes donde vive la novia de un sospechoso, en la zona de El Mogote, Chimbas. Los policías de calle de la Seccional 9na al mando del comisario Jorge Sánchez, lo encontraron ayer en la tarde y sirvió para confirmar las sospechas contra dos primos cauceteros, de 18 y 17 años, en una seguidilla de cinco robos. Según la Policía, lo primero que hicieron los primos fue sustraer ese revólver de una casa el 24 de diciembre, y con esa arma balearon luego a un joven, le dieron cinco disparos a un comerciante (se salvó de milagro), encañonaron a un bebé para que su mamá entregara todo y terminaron con el episodio más violento: el domingo en la madrugada, a tres cuadras de la plaza, le dieron tres tiros a un obrero padre de cinco chicos, dándole muerte para robarle lo que cobró por tres días de trabajo.
Un total de 20 allanamientos (18 en Caucete, dos en Chimbas) por orden del juez Alberto Benito Ortiz, ejecutaron entre el último domingo y ayer los policías de calle encabezados por el oficial Juan Petkovic y los cabos Ariel Ceballos, Daniel Peñaloza y Rodolfo González, para poder esclarecer la seguidilla de inusuales ataques.
Hasta lo que pudieron reconstruir los pesquisas, Cristian Funes (18, detenido el domingo) y su primo ‘Rambo’ Gutiérrez (17, apresado el jueves en casa de su novia en Chimbas) esperaron que una familia del barrio Area II se ausentara el 24 de diciembre para robarles el revólver, tres relojes ya recuperados y otras cosas. Y esa misma noche balearon en el muslo izquierdo a Omar Antonio Córdoba para robarle su moto, el celular y algo de dinero. El joven estaba con su pareja y había parado a orinar en Juan José Bustos, cerca de Paula A. de Sarmiento.
Cuatro días después, la madrugada del 28, en el centro caucetero, las víctimas fueron el comerciante Luis Pascuali (56) y su hija Carina (27). A la chica le robaron la notebook, el celular y una cámara de fotos. Su padre golpeó con un palo a uno de los ladrones, pero a cambio recibió 5 tiros que de milagro no terminaron con su vida.
Dos días después, el 30 a las 2.30, le tocó a María Belén Torres (18). Caminaba por calle San Martín hacia su casa con su bebé de 1 año y 7 meses, cuando dos sujetos en moto encañonaron al nene para robarle su cartera con un celular y unos $200. Apenas una hora y media después -se sospecha- los primos atacaron a Leonardo Mercado (40, padre de cinco hijos) cuando volvía a su casa en bicicleta.
Dispararon al menos cinco tiros. Uno rozó el tórax, otros dos dieron en el muslo de su pierna izquierda y el cuarto lo mató: perforó el centro de su pecho. Y todo para robarle su billetera con unos $400 que había cobrado por tres días cosechando uvas.
El revólver, una bala que se sacó de la nariz el comerciante, tres más secuestradas por el crimen, la moto en la que andaban y uno de ellos reconocido en un asalto, son para los pesquisas pruebas claves de la vinculación de los primos en los ataques más violentos.

