Se llevaban tan mal que una le había puesto a la otra un apodo para descalificarla. La "ATR", la llamaba. Esa enemistad venía desde hace un largo tiempo y ayer concluyó con un terrible final, porque pelearon y porque una de ellas murió de un puntazo en el pecho. La víctima se llamaba Fabiana "La Chingo" Cabrera, una costurera de 31 años que tenía cuatro hijos, incluido un bebé de 1 año al que todavía amamantaba (los otros tienen 11, 9 y 7). La otra, vecina suya, fue identificada como Yanina Alderete (40), alias "La ATR" o "La Porteña" (por su procedencia), que fue detenida como principal sospechosa del crimen.
La pelea mortal se desató sobre el mediodía de ayer en el Asentamiento Río San Juan, en Santa Lucía, donde ambas vivían. Algunos vecinos dijeron que fue Cabrera la que empezó con provocaciones, pero los pesquisas prefirieron ser cautos y señalaron anoche que eso no estaba del todo claro. La versión vecinal indica que Alderete acompañaba a su hijo de 15 años con retraso mental a la parada del colectivo cuando la otra mujer se le fue detrás. Primero, antes de llegar a la calle Roque Sáenz Peña, se dijeron algo y luego comenzaron a pegarse, aseguraron en el asentamiento. En ese momento se metieron más personas y se armó una gresca que se aplacó cuando se dieron cuenta de que Cabrera se había descompensado y estaba convulsionando, sentada a un costado de la calle. La chica fue cargada en un auto y a las 13.43 ingresó al Hospital Rawson con una herida cortante en el tórax provocada por Alderete, declararon los testigos. Lo concreto es que fue la propia "Porteña", que también estaba herida, la que llamó al 911. Y cuando llegaron los policías les mostró que estaba ensangrentada y les dijo que había sido atacada por Cabrera con un palo o un hierro. Hasta ese momento parecía ser una gresca más, pero todo cambió cuando minutos antes de las 16 desde el Hospital Rawson avisaron que Cabrera había muerto. En cuestión de minutos el asentamiento se llenó de policías y de pesquisas. La casa de la sospechosa fue allanada y también la de su suegra, ubicada en el Barrio Eduardo Bustelo (del otro lado de Sáenz Peña), donde había ido tras la pelea. En esos lugares los investigadores secuestraron elementos de interés para la causa, pero lo que hasta anoche no aparecía era el cuchillo con el que presuntamente la ultimó, de tamaño mediano. Los pesquisas irrumpieron también en la casa de la víctima y allí encontraron dos plantas de marihuana.
¿Por qué se llevaban mal? Eso ayer era un misterio. Un joven ayer dijo que Alderete tiene a su marido en el Penal de Chimbas y que ella consume drogas. "Se llevaba bien con todas menos con ella. Queremos justicia", pidieron unas amigas de la víctima.