Una anciana de 84 años y su hijo, un otorrinolaringólogo de 56, vivieron ayer en la siesta una pesadilla a manos de dos menores de 15 años, quienes los despertaron a punta de armas en su casa de calle Aberastain 54 Sur, en pleno centro capitalino. Fuentes policiales indicaron que tras encañonarlos, uno de los precoces asaltantes llevó al hombre en su camioneta hasta el cajero de un banco y allí, la víctima le avisó como pudo a un policía que custodiaba un banco contiguo. Luego de un llamado al 911, otro efectivo logró reducir a ese ladrón y con otros policías fueron a la vivienda. Ahí, tras efectuar 3 disparos, los uniformados apresaron al cómplice.
Los menores viven en Capital y Rivadavia y les incautaron una pistola Bersa calibre 22 corto sin cartuchos, un aire comprimido réplica de un fusil de asalto ruso AK-47 y $315 y alhajas que les robaron a las víctimas. Anoche había un gran malestar en la Fuerza, dado que por orden de la jueza de Menores, María Julia Camus, los dos sospechosos, que habían sido detenidos a las 16.20, fueron puestos en libertad a las 20,30.
A las 15.30 de ayer, Francisca Molinés y su hijo Hugo Rollán dormían cuando los menores ingresaron a la casa tras arrancar una reja del fondo, indicó la Policía. Una vez dentro, despertaron a ambos en sus habitaciones. Este diario trató de obtener una declaración, pero las víctimas no quisieron hacer comentario alguno.
La versión policial señala que como no hallaron plata en el inmueble, uno de los ladrones obligó a Rollán a que lo llevara en su Ford Ranger hasta un cajero del Banco Hipotecario (Rivadavia al Este de Rioja). El menor se quedó en el rodado y eso fue aprovechado por el médico. Según la Policía, el hombre le avisó del asalto a un policía de adicional en el Banco Columbia y ese uniformado avisó al 911.
Al lugar llegó el cabo Andrés Pereyra, del Cuerpo Especial de Vigilancia, y tras un forcejeo logró reducir a ese menor que tenía la pistola. Después, con apoyo de sus compañeros, la oficial Carolina Vedoya, el cabo Mauricio Ríos, el oficial Hugo Tejada y los cabos Jorge Tello y Martín Guzmán, de Tránsito, fueron a la casa de las víctimas.
Un grupo de policías entró por el fondo y se topó con el otro delincuente apuntándole a la cabeza a la anciana con el rifle. Los efectivos realizaron disparos intimidatorios y uno rozó la pierna derecha del menor. Después entraron el resto de los efectivos y así terminaron con el raid de los dos sospechosos.

