Una discusión por "privilegios" en la celda donde cumplen condena a prisión perpetua, fue la chispa de un altercado entre tres presos que tuvo un resultado sangriento para uno de ellos, que se enfrentó sin éxito a dos hermanos armados con puntas de fabricación casera. Según fuentes policiales, la víctima, Andrés Alejandro Rosselot (26), recibió al menos tres puntazos, uno de los cuales resultó letal porque le dio en el pecho, en la zona del corazón. Murió en el hospital, indicaron. Los principales y únicos sospechosos de ese homicidio son los hermanos Claudio Gustavo (alias "Cayo") y Sergio Rolando Díaz (alias "Roly"). Quedaron complicados porque al momento de la pelea letal había otro preso más en la celda donde ocurrió todo (pabellón 5, sector I). Y por otros dos testigos, otros dos presos que fueron heridos también por los hermanos Díaz cuando esos internos intentaron defender a la víctima, indicaron. Esos presos fueron identificados como Walter Antonio Martín (38) y Guillermo Ezequiel Guevara (24), precisaron.
Se sospechó de los hermanos Díaz, porque además del testimonio de esos presos, una cámara instalada en el interior del pabellón captó el momento del homicidio en las afueras de la celda, indicaron.
- CRIMEN DEL GANADERO
Los principales implicados en esa pelea letal que ocurrió alrededor de las 21 del viernes, cumplían condena a perpetua por matar: Rosselot había sido condenado con otros tres cómplices por matar a cuchillazos, fierrazos y hachazos al ganadero Néstor Moreno (52) la noche del 13 de marzo de 2013, en Pedernal, Sarmiento.
Esa vez, Moreno había sido citado por su amante María Cristina Gómez (45) hasta el lugar donde fue ultimado. Tuvieron sexo y luego apareció el marido de la mujer, Nelson Chaparro (59) con otros dos empleados de la finca donde era capataz, Rosselot y Pedro Eduardo Giménez (29) y lo ultimaron, arrojándolo luego muerto en su auto por un barranco. Según el expediente, Moreno sospechaba que los tres sujetos le robaban animales.
> MATARON UNA BEBA
Los hermanos Díaz, con su papá, Sergio Reyes, los medio hermanos Marcelo José "Veneno" Páez y Jorge Barboza, Eduardo Roberto "Chupa" Castillo y Juan Carlos "Carloncho" Falcón habían sido condenados a perpetua por matar de un tiro en la cabeza a una beba de 3 meses, Uma Calvo Carrizo. La criatura murió en los primeros minutos del 5 de enero de 2014, pero había recibido el balazo la noche del 4 de enero, cuando los condenados llegaron armados y tirotearon la casa de sus padres en el barrio Huarpes, Pocito, para ajustar cuentas con el papá de la beba, Nery Calvo, por una cuestión de drogas, según la investigación.