Dijo que fue un asalto a mano armada. Que los ladrones actuaron de forma tan violenta que lo encañonaron dentro de su Centro Optico, que lo golpearon, lo maniataron y que al final se llevaron un botín de cerca de 100.0000 pesos. La versión del comerciante era por de más creíble, si hasta había salido atado a pedir ayuda a su vecina. Pero el caso de este atraco, de los tantos que hay en la provincia, dio un giro inesperado por la cámara de seguridad de un comercio vecino que puso en jaque al propio denunciante. La filmación mostró que nadie más que él entró al negocio y que la historia del robo supuestamente fue un invento, reveló la Policía.
El dueño del Centro Optico Media Agua, de apellido Godoy, está en un aprieto porque la Policía dice tener esa filmación que muestra que el asalto nunca existió. Según su relato, el hecho ocurrió el viernes en su local de calle Rivadavia, en Villa Media Agua. El comerciante denunció que ese día se quedó en el negocio a hacer el balance y a las 15.30 salió a fumar a la vereda. Contó que ahí aparecieron dos sujetos armados que lo metieron al local y lo golpearon, que después le pusieron precintos en los pies y las manos, y vaciaron su negocio: le sacaron $8.500, una notebook y cientos de lentes por un monto de $90.000, según la Policía.
Horas después, policías de la Seccional 8va consiguieron la filmación de la cámara de seguridad de una farmacia situada frente a la óptica. La grabación dio el resultado menos esperado, ya que ahí quedó registrado que el comerciante llega a las 14.46 y entra al negocio. Según la Policía, la filmación también revela que en la hora siguiente no se nota nada extraño en la puerta del local, únicamente se ve pasar a un micro, a unos vecinos empujando un coche y otras personas caminando. Sorpresivamente, a las 15.44 advierten que Godoy sale del negocio a los saltos, con los pies y manos atados, y se dirige a la vecina a pedir ayuda, según las fuentes. La patrulla llega a las 15.49. En la Policía afirman que esa secuencia es evidencia que no hubo ningún robo, ya que no se advierte entrar o salir (por la única puerta del comercio) a los supuestos ladrones, tampoco notan algo extraño a la hora que dijo que ocurrió el robo y lo único que se ve es cuando el dueño sale maniatado.