
Tras estar varias horas internada en estado crítico, la oficial Lourdes Espíndola no logró sobrevivir el balazo que le disparó un delincuente en el cuello y los médicos le diagnosticaron "muerte cerebral" por lo que su desenlace es irreversible. La mujer fue herida por dos motochorros que la sorprendieron para robarle su arma reglamentaria en Ituzaingó.
Fuentes allegadas a la familia de la víctima informaron que Espíndola tiene muerte cerebral y sus padres ya firmaron los papeles para poder donar los órganos.
La policía de 25 años trabajaba en el Comando de Patrullas de Moreno y al momento del asalto salía de cumplir un servicio de Policía Adicional (Polad). "Me dispararon, me estoy muriendo", alcanzó a escribir la oficial a su marido por su celular.
El violento asalto se produjo en el Peaje Quintana (Autopista del Oeste), donde Espíndola fue abordada por ambos delincuentes cuando esperaba el colectivo para volver a su casa. La policía se enfrentó a los delincuentes, y uno de ellos le disparó. Le robaron el arma, le dejaron la plata que llevaba encima y luego se fugaron. Los ladrones siguen prófugos.
Angustiado, el esposo de Espíndola dijo que una semana atrás le había comentado a su pareja que no iban a trabajar toda la vida para la fuerza. "Vivíamos con adicionales, teníamos sueños, queríamos comprar un terreno para hacer un dúplex. Le dije: ‘No vamos a esperar que nos peguen un tiro’, y ahora nos pasa esto", se lamentó Fernando Altamirano.
"Amamos lo que hacemos, pero no se puede vivir más en este país. Ya no quiero ser policía, tengo dos hijos que son el amor de mi vida y no voy a permitir que se queden sin papá", afirmó el hombre, que contó que hace tres años que Lourdes trabajaba en la fuerza policial.
Fuente: TN
