A 9 meses del crimen de un adolescente de 17 años que recibió un mortal escopetazo en el pecho durante un confuso operativo policial en una casa de Villa Morrone, Chimbas, el juez de instrucción Alberto Benito Ortíz ordenó la detención de un oficial que es señalado como el autor de aquel disparo.
La investigación deja flotando la sospecha de un caso de "gatillo fácil", dado que, según fuentes judiciales, el escopetazo se efectuó a quemarropa, la víctima estaba desarmada y en su habitación, no se halló ningún arma de fuego en la vivienda y nunca se llegó a constatar la existencia del supuesto robo callejero que motivó el accionar de los uniformados, que irrumpieron a esa casa e hirieron al menos a 6 personas, entre ellas a un niño.
El juez del Primer Juzgado de Instrucción centró las sospechas sobre el oficial inspector José Fuentes, quien fue detenido en los últimos días y actualmente se encuentra preso a la espera de la indagatoria por el delito de homicidio. Hasta hace una semana, este uniformado estaba trabajando en el Comando Radioeléctrico, división policial que encabezó aquel procedimiento que terminó con la muerte de Mario Eduardo Rodríguez (17) el 12 de enero pasado.
Una de las dudas del caso es si realmente existió el robo que dio origen a la persecución. Es que, tras la muerte del chico, fuentes policiales sostuvieron que todo empezó por el robo en la casa de una anciana, después dijeron que fue por la sustracción de un celular a un vecino, pero hasta la fecha no hay denuncias de esos hechos.
En su momento, la Policía afirmó que el adolescente fallecido era uno de los ladrones. Y que los policías, entre ellos Fuentes, lo persiguieron hasta que el menor supuestamente sacó un arma y les disparó. También dijeron que se metió con otros jóvenes a su casa en la calle Sargento Cabral de Villa Morrone, que el oficial Fuentes entró por detrás y lo "emboscaron". La versión indicaba que ahí lo atacaron con la hoja de un tijera de podar, que el oficial cayó, que Mario Rodríguez intentó quitarle la Itaka y entonces se produjo el disparo mortal.
La familia de la víctima sostiene que el adolescente estaba durmiendo (era mediodía) y recibió el escopetazo cuando se levantó al sentir el alboroto. La autopsia reveló que el disparo fue de frente y a escasos centímetros. Sobre esto último, los otros policías y los parientes de la víctima señalaron a Fuentes como el autor del disparo. Otro dato es que dentro de la casa no se secuestró ningún arma; en cambio, hay rastros de los disparos de los policías, además de 6 personas heridas.

