Preocupada. La mamá del chico amenazado contó que todo era una pelea de chicos, pero la situación se descontroló cuando apareció el penitenciario con una pistola 9 mm.

 

Una discusión y pelea entre dos vecinos adolescentes el domingo a la noche acabó en un verdadero escándalo con golpes, amenazas de muerte y con un guardiacárcel y un aspirante a agente de Policía detenidos en la Seccional 17ma de Chimbas. Esto pasó en el barrio Los Cardos. El penitenciario está acusado por los vecinos de sacar un pistola y encañonar en la cabeza a un adolescente de 16 años.

Si lo que buscaban era amedrentar a ese jovencito, los que salieron escarmentados fueron los mismos hermanos Alejandro (26) y Cristian Trigo (23) del barrio Las Vicuñas, Chimbas, según contaron los vecinos y fuentes del caso. Es que el primero, quien es subayudante de guardia en el penal de Chimbas, ahora es investigado por el delito de amenaza agravada y permanecía preso por disposición de la juez correccional Silvina Rosso de Balanza. A éste le secuestraron la pistola Bersa 9 mm que le provee la institución penitenciaria. Al otro joven, que estudia para agente, se le inició un expediente por el incidente vecinal. Esto puede arruinar su futura carrera como policía.

El problema se originó el domingo a las 21 por una pelea entre dos adolescentes de 16 años que son vecinos en Bº Los Cardos. Comenzaron a insultarse aludiendo a las madres de cada uno de ellos y después se tomaron a golpes. Los parientes de los chicos intervinieron para separar y hubo algunos manotazos, pero no llegó a mayores. El tema se complicó cuando la madre de uno de los chicos llamó a su hermano, el guardiacárcel Alejandro Trigo, para contarle lo sucedido.

“La pelea ya había terminado y me estaba yendo, cuando al ratito llegó ese hombre que es guaradiacárcel y su hermano en una moto. Se metieron a mi casa a buscar a mi hermano menor, diciendo: “dónde está ese hijo de p…”. El guardiacárcel estaba como loco. Agarró a mi hermano, lo tiró al piso y le puso la pistola en la cabeza”, relató Yohana Durán, hermana del otro menor. Esta chica y otras mujeres denuncian que el penitenciario le largó unos golpes cuando éstas intercedieron por el chico. Una de ellas después corrió a pedir ayuda al puesto policial de calle Centenario, casi ruta 40, y aparecieron los uniformados, que tranquilizaron a la gente y detuvieron al penitenciario que andaba armado y a su hermano.