Marcos Matías González Milanich (35) fue condenado ayer a 2 años de prisión en suspenso (sin detención) y a la inhabilitación absoluta perpetua para ocupar cargos públicos, por desviar a su favor unos 72.110 pesos de las cuentas del Ministerio de Educación en 2018. El castigo fue impuesto por el juez Matías Parrón y significó la completa adhesión al acuerdo de juicio abreviado logrado entre el imputado y su defensora María Eugenia Velázquez con el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal Mariano Carrera. Gabriel Sánz y José Fraifer, abogados de Fiscalía de Estado (la Parte Querellante), no se opusieron a esa salida en el caso.

González Milanich trabajó como liquidador en la Unidad de Gestión Descentralizada Administrativa, en la Zona ‘R’ (departamentos Rawson, Pocito y Sarmiento) desde 2014 hasta el año 2018, año en que fue trasladado hasta la División Sueldos con sede en el Centro Cívico.

Fue en ese año y en estas últimas oficinas que se detectaron tres desvíos irregulares de fondos: uno en marzo de 2018 en el sector 257 (Escuela Albergue José M. Estrada) que le reportó un monto de $12.280. Y otros dos idénticos por $29.915 en el mes de junio de ese año, por supuestos trabajos que dijo realizar en los sectores 853 (Escuela Batalla de Tucumán) y 044 (Escuela Pedro Alvarez).

Cuando se descubrió la anomalía, se abrió una investigación interna en la que el ahora condenado, reconoció las maniobras con el argumento de que necesitaba el dinero para cubrir gastos por un hijo enfermo y para pagar las cuotas de un lote. El 22 de febrero pasado, el gobernador firmó el decreto echándolo de la administración pública.

Ayer estaba prevista la audiencia para que González Milanich empezara a ser formalmente investigado por defraudación agravada en perjuicio de la administración pública, pero como el nuevo sistema permite acortar plazos procesales, admitió el delito y terminó condenado.