Cabellos, manchas de sangre y ropa femenina fueron encontrados en la casa de un segundo detenido por el crimen de Anahí Benítez, la chica de 16 años que desapareció el sábado 29 de julio pasado y fue hallada el último viernes, desnuda y enterrada en una reserva natural de Lomas de Zamora. Ahora los investigadores tratan de establecer si el profesor de matemática Leonardo Agostino (40) fue cómplice, aunque ya empiezan a creer que nada tiene que ver con el hecho.
Las nuevas pruebas complican a Marcos Esteban Bazán (34). Y las hallaron en su humilde casa en una zona boscosa a unos 300 metros del lugar del hallazgo del cadáver. Según una de las fiscales de la causa, esa vivienda está “descripta” en los “cuadernos” que la víctima utilizaba como diario íntimo. Hasta esa casa los pesquisas fueron guiados por un perro rastreador y allí también hallaron arroz con vegetales, la última comida que había ingerido la jovencita.
La fiscal Verónica Pérez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Lomas de Zamora, dijo ayer a la prensa que en esas anotaciones de Anahí “el sujeto no” está descripto pero “el lugar sí”.
No se sabe si Agostino y Bazán tenían alguna relación, pero el defensor de este último dice que su cliente le dijo que no conocía a Anahí.