Un contador público que había sido detenido y procesado por el presunto abuso sexual de dos hermanas ligadas a su familia (le decían tío) cuando eran menores, fue liberado por un tribunal superior por falta de mérito y luego desligado con un sobreseimiento por el nuevo juez del caso. Sin embargo, esta última decisión no está firme: la fiscal de la investigación, María Teresa Ravetti, pidió en duros términos que un tribunal revise este fallo y lo declare nulo porque -asegura- desde que la causa pasó al juez Guillermo Adárvez, nunca le dieron la intervención que manda la ley para controlar la legalidad del proceso y actuar en defensa de los derechos de la sociedad. Y que recién le pidió opinión cuando el sospechoso fue sobreseído, dijeron fuentes judiciales.

La fiscal de Instrucción Nº4 dejó plasmado en un escrito que, si recibiera un rechazo a su planteo, en todo caso se tenga en cuenta su apelación contra el sobreseimiento de Juan Eseiza (35), porque hay prueba suficiente para procesarlo como presunto abusador de esas chicas, que tenían 18 y 17 años cuando lo denunciaron el año pasado.

Eseiza fue detenido el 5 de junio de 2009, luego de que el juez Agustín Lanciani considerara probadas las sospechas de que las denunciantes no mentían cuando dijeron que cuando eran niñas y Eseiza las visitaba en su casa, las llevaba (separadas) a un sótano con la excusa de participar de juegos que terminaban en manoseos, hasta que una de ellas dijo que fue accedida carnalmente cuando tenía 12 años. Por años no hablaron porque supuestamente el ahora profesional las coaccionaba, pero luego contaron todo a sus familiares y al novio de una de ellas.

Además del relato de las jovencitas y otros testigos, el juez y la fiscal consideraron claves los informes psicológicos que -dijeron- probaban el daño psíquico de los abusos en las víctimas y los rasgos de abusador del sospechoso.

Sin embargo, cuando el caso llegó a la Sala II de la Cámara Penal, los jueces entendieron que la prueba era insuficiente y que ante la paridad de los dichos de las denunciantes con los del imputado, había dudas y debía estarse a favor del estado de inocencia de Eseiza, quien fue liberado en diciembre pasado con falta de mérito y la consigna de que el caso pase al juez Adárvez.

"La prueba arrimada a la causa -por demás cargosa al imputado- ha sido interpretada de manera antojadiza, caprichosa y selectiva en favor del imputado, habiéndose dejado de lado en el resolutorio recurrido importante prueba de cargo… De aplicar sistemáticamente la línea de razonamiento seguida por el señor juez del Tercer Juzgado de Instrucción (Adárvez) la mayoría de los casos quedarían impunes. Semejante conclusión -livianamente arribada- roza con lo absurdo, planteando un despropósito legal cercano al escándalo jurídico", asegura la fiscal en su escrito.