Víctima. Andrea Castro tenía dos hijos.

 

En la familia eran optimistas. Creían que iba a salir, que iba a poder volver a su trabajo como cabo de la Policía, que iba a poder seguir disfrutando de su pareja y que iba a poder seguir viendo crecer a sus dos hijos adolescentes. Pero lamentablemente Andrea Castro (36) nunca se repuso de las lesiones que sufrió al chocar en su moto cuando se dirigía a trabajar y 40 días después de aquel fatídico siniestro finalmente perdió la vida, dejando una familia destruida y también mucho dolor en sus colegas.

"Era la mejor madre y excelente compañera. Todos teníamos fe de que iba salir. Estamos muy dolidos", la recordaron ayer con pesar quienes eran sus compañeros en la seccional 28va. El 7 de mayo pasado, intentar llegar a su trabajo en esa comisaría fue lo último que hizo. Según fuentes policiales, alrededor de las 22.45, cuando conducía su motocicleta Guerrero 110cc (se la había comprado hacía un año) por calle Bahía Blanca en dirección al Sur, al llegar a la esquina de Liniers, en Rawson, no pudo hacer nada para evitar impactar contra el Ford Torino que guiaba Rubén Ruiz (50), quien circulaba por Liniers rumbo al Este. 

El impacto entre ambos vehículos fue fuerte. La motociclista se fracturó la pelvis, la clavícula izquierda y además sufrió lesiones en casi todo el cuerpo que la dejaron en Terapia Intensiva. Allí comenzó una agobiante lucha con altibajos, pero su cuerpo se terminó de rendir a las 17 del pasado domingo. Murió en una cama del Hospital Privado, indicaron voceros policiales.

"Me cuesta mucho todavía. Fue una lucha muy dura, pero hay que seguir adelante por los chicos. Hoy tengo que empezar de nuevo sin ella", dijo un desconsolado Eduardo Alaniz (44), con quien Castro había formado pareja hacía 8 años. Al poco tiempo decidieron irse a vivir juntos a un departamento del Barrio Juana Manso, en Rawson. Y ensamblaron los frutos de relaciones anteriores, pues allí convivían con el hijo de Eduardo de 17 años y los dos varones de ella, de 13 y 17. Soñaban con salir sorteados en el IPV y tener su casa propia, pero la desgracia arruinó todo.

Al conductor del auto le imputaron homicidio culposo.