Georgina Díaz, la joven de 23 años de Rincón de Milberg que era buscada desde hace 13 días junto a su hijo de casi 2 años, fue encontrada muerta esta mañana con un tiro en la espalda: su cuerpo flotaba en el río Paraná de las Palmas y arroyo La Horca, de Tigre. El principal sospechoso es su padrastro, José Luis Núñez (53), quien incluso participó del reconocimiento del cadáver y horas después quedó detenido, y aún se desconoce el paradero de Thiago, el hijo de la joven.
El cuerpo de Díaz fue encontrado por un pescador de la zona que había salido con su lancha ayer a la mañana: el hallazgo ocurrió entre las 6 y las 7, luego de que al trabajador le llamara la atención un bulto que flotaba en las aguas del río.
El principal sospechoso es el padrastro de la víctima, un hombre que tiene antecedentes por homicidio y que, por esa causa, estuvo 15 años preso en el penal de Sierra Chica -esta tarde circulaba la versión de que había participado en el motín de “Los 12 apóstoles”, aunque distintas fuentes lo desestimaron-. El cuerpo apareció a unos 400 metros de su casa, en el Paraná de las Palmas y arroyo La Horca, en una isla de la Primera Sección del Delta.
Los investigadores creen que el padrastro habría sido la última persona que vio con vida a Georgina. Fuentes del caso contaron a Clarín que, a través de un allanamiento de urgencia, ayer habían requisado la vivienda del sospechoso: participaron diez perros del operativo, y se detectó que Georgina había estado allí. Horas después, Núñez quedó detenido. Una fuente con acceso a la causa reveló que una amiga de Georgina declaró que la joven le había contado que su padrastro sería también el padre de su hijo, ahora desaparecido. Los investigadores buscan confirmar esta versión.
“Hasta el momento, la mamá de Georgina y el padrastro seguían en pareja, aunque ella vivía en Rincón de Milberg y él en una isla”, dijo a Clarín Romina Ferreyra, una amiga de la familia, luego de acompañar a la madre de la víctima a reconocer el cadáver. Según contó, los investigadores aseguraron que los buzos tácticos se ocupan de buscar a Thiago.
Entre lágrimas y muy angustiada, una vecina de Georgina le dijo a Clarín: “El bebé no apareció, no sabemos nada más, estamos todos destrozados. Lo único que sabemos es que la policía no hizo nada, sólo apareció en la última semana”. Sobre si la víctima estaba en pareja o si tuvo alguna relación en las semanas previas a su desaparición, la mujer respondió: “Para nosotras, no”.
La causa es investigada por el fiscal Marcelo Fuenzalida, de la Fiscalía especializada en Violencia de Género de Tigre. Los familiares reconocieron el cuerpo ayer por la tarde, y según fuentes policiales, el propio padrastro, de 53 años, participó de ese reconocimiento. Esta noche la fiscalía recolectaba pruebas para determinar si ordenaba la detención del sospechoso. Mañana se llevará a cabo la autopsia del cuerpo de la joven.
Díaz había sido vista por última vez la mañana del 19 de junio pasado. Ese día se tomó el colectivo 721 junto a su hijo y una vecina. Bajaron en la estación Tigre y allí compró un boleto de tren, pero nunca lo tomaron. En cambio, se dirigió a la estación fluvial donde las cámaras de seguridad del lugar la registraron subiendo a una lancha rumbo a La Isla, la zona de la Tercera Sección del Delta donde su padrastro vive y trabaja como casero. En la causa, consta que la joven llegó a las 12.30 al lugar. A partir de ese momento, sólo se sabe lo que el mismo acusado declaró: que la joven y su hijo llegaron a su casa y, como lo no encontraron, se habrían retirado.
Georgina vivía en Rincón de Milberg con su hijo Thiago, de un año y once meses, su mamá, su hermano y dos sobrinos. Según comentaron desde su entorno, no llevó ni ropa ni pañales ni leche para su hijo porque el trámite iba a ser corto: en su casa había dicho que iba a ir al banco y a la farmacia.