
Jenifer Villarroel (19) partió en un vuelo hacia México a las 23,10 del miércoles, ocho horas después del último contacto con su mamá (ocurrido alrededor de las 15) a la que le había dicho que iba a rendir una materia de la carrera de Arquitectura, dijeron fuentes judiciales. La chica había salido a las 8 de la mañana de su casa en La Bebida, Rivadavia, y ahora hay temor por su suerte pues el juez provisorio Juan Pablo Ortega y el fiscal Roberto Mallea, ya establecieron que una persona (al parecer un joven) que conoció por las redes sociales, le pagó el vuelo en Aeroméxico. Y como la joven no se contactó más con su familia no saben si su partida es parte de una osada aventura amorosa o si, por el contrario, fue fácil blanco de un engaño cuyas consecuencias pueden ser mucho más graves, indicaron.
Ayer, el magistrado y el fiscal, se entrevistaron con la familia de la joven y, ahí, una hermana de Jenifer les contó que en enero pasado le había visto un contacto por Facebook con alguien de México. Todo indica que esa persona le pagó el pasaje porque la joven y su familia no tendrían los recursos para hacer ese tipo de gastos, dijeron. Ante el llamativo silencio de la chica, juez y fiscal ya se pusieron de acuerdo en ordenar una serie de medidas de prueba, como pedidos de informes a Migraciones, al aeropuerto de Ezeiza y también a la firma aerocomercial para determinar si la estudiante estuvo o no acompañada y cualquier otra circunstancia que sirva para llegar al fondo del extraño caso.
Hoy puede ser un día clave pues se esperan los resultados de varias de las informaciones que se pidieron para saber en qué terminará todo.
