El pasado sábado 1 de agosto, Matías Manrique fue detenido por la policía en un operativo “anticuarentena” en la puerta del supermercado donde trabaja en Villa Carolina, Rawson.
Manrique comentó que llegó a las 16 horas a la puerta del supermercado en el cual trabaja y es dueño, para realizar tareas de limpieza y desinfección junto a otro empleado. Justo en frente se desarrollaba un partido de fútbol que violaba las disposiciones sanitarias impuestas por la cuarentena.
“En el video de la cámara de seguridad de mi supermercado se puede ver claramente que yo no tuve nada que ver. Llegué a trabajar y vi que enfrente estaba la policía desbaratando un partido de fútbol. Después llegó un chico con muletas y le dije que se quedara conmigo porque se escuchaban disparos. De repente llegaron unos patrulleros, me comenzaron a insultar, a tratar mal y me llevaron detenido hasta el otro día a las ocho de la mañana de manera muy injusta”, comentó el dueño del supermercado.
El comerciante rawsino comentó que los efectivos que realizaron su detención no lo dejaron ni siquiera quitarle el contacto al auto, que estaba estacionado frente al supermercado. “También se llevaron a mi empleado que había estado viendo el partido y se cruzó cuando vio que la policía llegaba. Él todavía está detenido porque dicen que estaba jugando, cuando es mentira”, comentó Manrique. Y agregó: “Estuve detenido en la Comisaría Tercera desde las 16.30 del sábado hasta el domingo a las ocho de la mañana. Como a las 19.30 de ese mismo día mi hermano y mi abogado llevaron el video de seguridad para demostrar que no tenía nada que ver y la policía dijo que se había equivocado, pero no me soltó”.
Matías también comentó que su familia le llevó comida, agua, mantas y una campera para pasar la noche pero “solo le entregaron la campera, todo lo demás se perdió”.
“Cuando estuve en el calabozo, los demás chicos que estaban detenidos me comentaron que había un partido de fútbol y que llegó la policía. Luego uno de los oficiales disparó al aire y otro al piso, y ahí los perdigones alcanzaron a tres chicos y un niño, porque había muchos niños. El padre de ese niño lastimado se trenzó a golpes con la policía y ahí comenzó todo el desorden. Yo no tenía ni idea porque lo único que hice fue estacionar para entrar a trabajar y luego me llevaron injustamente detenido”, concluyó Manrique.
El video de la cámara de seguridad que probaría la inocencia de Manrique, quien viste campera roja en las imágenes: