Un comerciante rawsino protagonizó el viernes en la noche una peligrosa y cinematográfica defensa de su familia atacada por tres delincuentes armados en su propia casa. Porque en pleno asalto tomó por la espalda y el brazo armado de uno de ellos, forcejeó y replicó con el arma de ese sujeto un disparo que le lanzó un cómplice que pretendía rescatarlo. Porque su esposa también se defendió de otro sujeto que optó por no dispararle. Porque sus dos hijos de 8 y 6 años cubrieron con sus cuerpos a su hermanito de 1 tendido en la cama, mientras su abuela imploraba a Dios que no pasara nada. Y al final, en medio del caos y los gritos, los sujetos huyeron y dispararon otra vez porque el dueño de casa los seguía de cerca. Hasta los persiguió con un vecino en auto aunque pararon cuando les volvieron a apuntar.

Todo eso pasó el viernes a última hora en la casa de Wilson Luna (31) en la Villa del Carmen, en Rivadavia.

Luna contó que eran las 23.30 cuando estaba por ver una película junto a su esposa María (31) y su hijo de 1 año en su casa. En otras dos habitaciones dormían otros dos hijos de la pareja, de 8 y 6 años, y la madre de Luna, de 62 años.

En ese momento, tres ladrones rompieron la puerta del frente y uno de ellos, empuñando una pistola, llegó al dormitorio del comerciante. “Entró y le traté de agarrar el arma. Con el otro brazo lo tomé del cuello y lo empujé hasta otra pieza donde nos caímos. El tipo no soltó el arma, pero le agarré la mano y logré encañonarlo con su propia arma”, dijo la víctima.

Mientras eso sucedía, María forcejeaba con otro malviviente y sus dos hijos, al ver esa situación, salieron de su pieza y saltaron sobre la cama para proteger al bebé.

“Llegó un tercer ladrón, se asomó por la ventana y me largó un tiro a los pies. Ahí me puse de escudo al tipo con el que peleaba y como pude, le agarré la mano con el arma y le disparé al otro ladrón”, dijo Luna.

El balazo dio en el marco de la ventana y allí el sujeto que luchaba con el hombre se zafó y huyó con sus cómplices. Luna no se amilanó y salió a perseguirlos, pero fue un acción arriesgada porque uno de los ladrones se dio vuelta y volvió a dispararle.

Un vecino salió y recogió en su Peugeot 404 al comerciante para seguir a los delincuentes, pero la persecución terminó cuando uno de ellos se paró en la calle y les apuntó. Finalmente, uno de los ladrones se subió a un remis y los otros huyeron a pie. “Se me cruzó de todo por la cabeza, solo defendí a mi familia”, dijo ayer Luna.