Todas las tardes, de 17 a 19, llegaba como un consumidor más al patio de comidas del Super Vea de Jujuy y 25 de Mayo, en Capital. Allí comenzaba una serie de conversaciones disimuladas con varias personas, generalmente mujeres, con un café o alguna bebida de por medio. A simple vista, la escena en la mesa de esa mujer obesa no despertaba mayores sospechas. Hasta que la llamativa alternancia de acompañantes se convirtió en un dato a investigar por parte de los pesquisas de Leyes Especiales, y entonces se conoció la verdad: la mujer que se hacía llamar ‘Elena’, había convertido ese supermercado céntrico en su lugar habitual de atención de consultas o ‘trabajos especiales’ para solucionar problemas de salud, dinero, trabajo y amor. Como la clienta con la que la sorprendieron alrededor de las 19 de ayer. Según fuentes policiales, a esa hora los policías al mando de la oficial principal Carolina Vera llegaron al lugar y descubrieron a la curandera justo cuando recibía una foto de su enésima clienta, la imagen de un hombre del cual la joven buscaba no separarse a través de un ‘trabajo especial’, dijeron.
Pero todo terminó ahí, porque los pesquisas les cayeron encima y en el acto constataron la sospecha que tenían: en la cartera de la curandera, identificada como Francisca Antonia Lucero (45), encontraron más fotos de desconocidos, un cuaderno con anotaciones, unos $1.900, dos celulares, un mazo de cartas españolas, otro de Tarot y una cruz invertida con cintas rojas.
Formalmente Lucero quedó arrestada, sospechada de hacer plata con la fe de la gente (se supone que cobraba $45 la consulta y unos $800 los trabajos especiales) algo prohibido y castigado por ley con penas de multa o días de arresto.

