El crimen ocurrido en Rawson el último martes puede tener una variación inusual, si es que el Ministerio Público Fiscal (MPF) considera que el hombre que presuntamente mató a su hermano actuó con un exceso en la legítima defensa. De ser así, el supuesto homicida hoy mismo puede quedar en libertad, afirmaron fuentes judiciales.
El fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Iván Grassi anoche continuaba trabajando en la recolección de evidencia para terminar de definir si a Andrés Alejandro Alameda (31) cabe imputarle el delito de homicidio simple, que comprende penas de 8 a 25 años de cárcel, o si el caso amerita que se aplique la figura de exceso en la legítima defensa, que se castiga como los homicidios culposos (1 a 5 años). Es decir, pasa a ser excarcelable y es por eso que hoy, de acuerdo a lo que establezca Fiscalía, Alameda puede o no quedar preso al cabo de la audiencia en la que se le formalizará la acusación. Fuentes judiciales adelantaron a este diario que el MPF pedirá al juez de Garantías interviniente que el imputado siga preso preventivamente siempre y cuando le endilgue homicidio simple. De lo contrario no lo hará y el acusado podrá ser excarcelado.
Al margen de la situación procesal, los voceros dijeron que creen que se trató de una "tragedia familiar" y dudan de que las verdaderas intenciones de Alameda hayan sido matar a su hermano mayor. Al respecto, señalaron que el fallecido, José Pablo Alameda (34), tenía algún tipo de problema relacionado con el desarrollo del cerebro (se habla de un leve autismo no tratado). Entonces era Andrés quien lo cuidaba, lo alimentaba y estaba siempre detrás de él.
Los investigadores también explicaron que José era fanático del animé y los videojuegos. Es por eso que Andrés le había comprado un televisor al que él cuidaba como oro. Es más, lo tenía guardado en la caja. Es por eso que se ofuscó tanto cuando, días atrás, la expareja de su hermano y el hijo de ellos le tocaron ese aparato. La mujer mantiene una buena relación con Andrés y por eso iba a limpiarle la casa. Fue en esa circunstancia en que supuestamente le movieron el televisor, José se puso furioso y desde ese día comenzó con las recriminaciones. Todo pasó a un nivel impensado el martes, cuando a eso de la 1, en esa casa de calle 5 cerca de Alfonso XIII, volvieron a discutir y el mayor de los Alameda sustrajo la carabina calibre 22 largo de su hermano (tenía papeles y autorización) con la que le apuntó a la ex de Andrés mientras ella trataba de huir con su hijo. En ese momento Andrés lo interceptó, le quitó el arma y le dio los disparos mortales, según fuentes judiciales.