San Juan, 23 de julio.- Lo que en principio parecía un robo seguido de muerte, sorpresivamente dio un giro inesperado y todos las miradas apuntaron a Pamela Carrizo, la esposa del minero asesinado el pasado 13 de julio de un disparo, cuando se encontraba en su vivienda de Chimbas. Sin embargo, el abogado de la viuda insistió con la teoría del robo y descartó por completo que el asesinato esté relacionado con relaciones extramatrimoniales de la mujer.

"Desecho completamente lo de crimen pasional. La vida privada de Pamela no tiene ningún tipo de vinculación con este hecho que se investiga", aseguró Fernando Chávez en diálogo con Radio Sarmiento.

Con respecto al tiempo transcurrido entre el momento del disparo y
el momento en el que Carrizo dio aviso a la ambulancia, Chávez aseguró que no pasaron 15 minutos como había asegurado Pablo Flores, el Juez que lleva la causa, sino que el llamado fue inmediato. "Las pericias no van a decir lo que dijo Flores. Ella escuchó el estruendo, fue a buscar a una vecina, llegó, lo atendió y empezó a realizar los llamados. Fue instantáneo. Vio al delincuente con el rostro totalmente cubierto, le apuntó a ella, agarró el televisor y se lo llevó", agregó.

En cuanto al celular de Pamela, que aún es intensamente buscado por la policía, el abogado sostuvo que no se lo llevó el supuesto ladrón sino que desapareció luego, "con las personas que ingresaron después a la casa".

Pamela Carrizo está actualmente imputada por el homicidio de Jorge y según el letrado, se encuentra "terriblemente afectada por lo que pasó y por sus hijos".