La autopsia del policía federal asesinado en Rawson confirmó que fue ultimado de dos cuchillazos en el pecho, uno de ellos más profundo que le terminó perforando el corazón, dijeron fuentes judiciales. Lo que los pesquisas buscan ahora es desentramar un caso que hasta ayer pintaba complicado, sin sospechosos identificados y con dos hipótesis en la mira.
¿Un crimen en ocasión de robo? Los investigadores lograron establecer que el arma reglamentaria del subcomisario Miguel Ángel Carbajal (54) no había sido sustraída como se creía en un primer momento, pues fue hallada en su lugar de trabajo. Tampoco faltaban aparatos u otras pertenencias, pero los familiares aportaron a los pesquisas que la víctima había cobrado hacía poco un seguro y no descartaban que esa suma haya sido robada.
Los investigadores sin embargo no descartaban la hipótesis de un crimen vinculado a una cuestión sentimental, señalaron.
El subcomisario Carbajal fue hallado muerto cerca de las 21 del pasado domingo en su casa en la Villa Huarpre, Pocito. Lo encontraron un sobrino y dos compañeros de trabajo que habían llegado a buscarlo porque durante todo el día no había contestado el teléfono.
Según fuentes judiciales, la víctima tenía heridas defensivas en su brazo izquierdo, es decir, intentó resistirse al ataque. La hipótesis es que los atacantes fueron dos, dijo un investigador.
Carbajal era ingeniero electrónico y cumplía funciones en la División Comunicaciones de la Agencia Regional Cuyo de la PFA. Los voceros dijeron que tenía un buen pasar económico y que tenía planeado traerse a sus hijos que ahora viven en Salta con su abuela materna. Unos tres meses atrás el policía había perdido a su esposa a causa del covid-19. Y también a su madre, con diferencia de días. La investigación es comandada por el fiscal Renato Roca.