Dos policías de Bariloche fueron procesados ayer por presuntas anomalías en la investigación del crimen de su compañero Lucas Muñoz, el oficial que hallaron asesinado 27 días después de haber desaparecido en esa ciudad rionegrina. El juez Bernardo Campana procesó por encubrimiento agravado y abuso de autoridad a los oficiales Luis Irusta y Maximiliano Morales, porque ambos realizaron un allanamiento ilegal en la vivienda del oficial asesinado, el mismo día en que desapareció, el jueves 14 de julio último.

De acuerdo a la acusación, en el allanamiento, Irusta y Morales revisaron varios elementos del oficial, entre ellos, una computadora. El juez Campana incluyó la posibilidad de que los policías acusados ‘destruyeran pruebas‘ en esa maniobra.