Los datos claves que aportó un testigo sobre el crimen del quiropráctico Víctor Sillero (87) y su esposa Florencia Bustos (86) lo ponen como único aspirante a hacerse con los 500.000 pesos que el Gobierno provincial puso como recompensa. Pero no le será tan fácil al hombre quedarse con ese dinero.

 

Corre con una ventaja y es que el juez que interviene en el caso tomó como válidos esos dichos y ordenó a los pesquisas de Homicidios apresar a un vecino y a la vez paciente de Sillero identificado como Sandro Javier Bordón (45) y a una curandera de Chimbas.

 

La desventaja en su haber es que reconoció que estuvo inmediatamente después del crimen, dato no menor que deberá valorar el magistrado para determinar si tuvo algo que ver en el hecho.

 

¿Cómo sigue el camino de la recompensa? El testigo tendrá que esperar las resultas de la sentencia. Allí y en base a qué tan influyentes fueron lso aportes para lograr esclarecer el hecho, es que decidirán si le corresponde o no.

 

¿Quién toma la decisión? El Ministerio de Gobierno y, con la sentencia en mano, resolverá si es pasible alzarse con el medio millón de pesos, una parte de ese dinero o directamente nada.