Prisión preventiva por homicidio simple. Esa fue la consecuencia que le provocó a una pareja el crimen de Kevin Borquez, el chico de 9 años que falleció por un disparo en la cabeza cuando pretendía alejarse de una discusión entre vecinos, surgida por un robo, que terminó a los tiros la tarde del pasado 3 de mayo en el barrio Villa Paula, Chimbas.
Según fuentes judiciales, el juez Agustín Lanciani (Segundo Juzgado de Instrucción) imputó ayer homicidio simple (penas de 8 a 25 años) a Yolanda Godoy, porque consideró que empuñó el arma y efectuó el disparo letal. Y a su pareja, Gerardo Riveros, participación principal en el mismo delito porque consideró acreditado que llevó a la mujer hasta el lugar del conflicto y le pasó el revólver con el que efectuó dos disparos, precisaron las fuentes.
Aquella tarde el problema se había originado entre la ex pareja de Godoy, Julio Carrracet, y la familia Millicay. Carracet atribuía a estos últimos haberle robado varios objetos en su ausencia, pero terminó insultado y cruzando golpes con los sospechosos. Hasta que resolvió llamar a Godoy (madre de sus dos hijos) porque sus vecinos habían terminado por atacar la casa que alguna vez compartieron ambos.
La sospecha es que la mujer con su actual pareja, Riveros, montaron una moto, llegaron al lugar del conflicto y entonces Riveros le pasó a Godoy un revólver con el que lanzó dos disparos. Uno se coló por la nuca de Kevin y no le dejó escapatoria.
Entonces hubo furia vecinal, porque la casa de Godoy fue saqueada y quemada, y lo mismo hicieron con la vivienda donde vivía Riveros.
Tras ser detenida, la pareja negó su vinculación al caso. Godoy dijo que solo quiso asustar a los rivales de su ex, que disparó en medio del nerviosismo, cuando se enredó su mano en el bolso donde tenía guardado el revólver y que disparó una vez más al piso. Ante el juez, trató de desvincular a Riveros al asegurar que su pareja desconocía que ella portaba un arma y que accedió a llevarla sólo para que sacara del conflicto a sus hijos. Riveros ensayó un argumento parecido, pero al final para el juez pesaron otras pruebas: los testigos que aseguraron ver cuando el hombre pasó el arma a Godoy, y el momento en que ella disparó.

