No hubo absolución como lo solicitaron los defensores Fernando Bueno de la Cruz y Faustino Gélvez. Tampoco el duro castigo de prisión perpetua como había pedido el fiscal Gustavo Manini. Los jueces de la Sala I de la Cámara Penal, Raúl José Iglesias, Juan Carlos Caballero Vidal (h) y Silvia Peña Sansó de Ruiz, entendieron ayer que Darío Baltazar Ríos (22) debía ser condenado a 15 años por el homicidio simple de su rival Gregorio Nazaret López (21) quien recibió golpes y 15 cuchillazos en distintas partes del cuerpo. Y dejaron libre a su hermano Ariel Jonathan Ríos (30) a quien le dieron por cumplida la pena de 2 años de cárcel que le impusieron por lesiones leves agravadas por el número de personas, ya que lleva más de 3 años preso.
Todo ocurrió minutos después de las 7 del 2 de abril de 2010 en una calle periférica del Lote Hogar 20, en La Bebida Rivadavia. Allí encontró la muerte López al ser atacado al menos por tres sujetos, los hermanos Ríos y el prófugo Jorge ‘el Gardelito’ Figueroa (28).
En la pelea medió una gran cuota de alcohol (López tenía 1,70 gramos de alcohol por litro de sangre). Y en principio involucró a Darío Ríos y López, por supuestos problemas que habían tenido en la cárcel.
Bueno de la Cruz (defendió a Darío Ríos) insistió en su alegato que López provocó, insultó y sacó un cuchillo para agredir a su cliente, a quien presentó como alguien que sólo ejerció una legítima defensa. Y Gélvez reiteró que su defendido sólo quiso separar a su hermano o a lo sumo lanzó un puntapié al fallecido.
El fiscal Manini consideró en cambio que López fue víctima de un crimen alevoso, al no poder defenderse por su borrachera y porque fue inmovilizado por Figueroa y Ariel Ríos para que lo atacara su hermano Darío. El fallo no está firme.

