‘Voy a decir lo que tengo que decir, a mi hijo lo trajeron así (lastimado por el ataque sexual), yo no estuve ahí, no sé por qué había algo mío ahí (semen en el pantalón del niño). Yo lo tuve en mis brazos desde que nació, no le haría algo así’, dijo ayer un empleado de panadería de 34 años, cuando la jueza de Garantías, Gema Guerrero, le preguntó si tenía algo que decir sobre la gravísima imputación en su contra, luego de que un estudio de ADN lo convirtiera en principal sospechoso de la violación que sufrió ese nene de 3 al que él trata como hijo (no está probado el vínculo) en la tarde del 6 de marzo pasado en un barrio de Chimbas.

El caso había dado un giro diametral en agosto pasado, cuando un cotejo de ADN reveló que el semen encontrado en el elástico del pantalón del niño no era del chico de 16 años al que le echaban la culpa y que tuvo que mudarse con su familia a La Rioja cuando se sospechó de él y los atacaron a pedradas con intenciones de quemarles la casa.

Es que la tarde en que el niño fue violado, su madre había ido a la casa de ese vecino a reunirse con otras personas por un viaje que estaban por hacer. En un momento notó que su hijo se le perdió y cuando salió a buscarlo, vio al menor de 16 años que cruzaba un canal situado en el fondo de su casa con el niño, llorando y lleno de tierra.

Cuando la mujer llegó a su casa lo revisó y descubrió que estaba lastimado por un ataque sexual y en el acto denunció. Entonces el adolescente que lo encontró se convirtió en principal sospechoso. Pero cuando el ADN reveló que no había sido él, un juez de Menores lo desligó con un sobreseimiento y el 23 de agosto pasado pasó la causa a la UFI Anivi que dirige el fiscal Nicolás Schiattino. Con la colaboración de la auxiliar Agustina Cerdera, el fiscal solicitó una serie de pruebas de ADN que incluyeron al concubino de la pareja de la víctima, el panadero de 34 años, quien el pasado 15 de noviembre se ofreció voluntariamente a dar sus muestras genéticas. Pero 13 días después, el lunes pasado, el resultado lo complicó y fue detenido.

Sin embargo, ayer la jueza adhirió al planteo de la defensora oficial Cecilia Mut y el ayudante Javier Quiroga y lo excarceló, pero lo obligó a cumplir reglas de conducta durante 6 meses, el plazo que tendrá la investigación. La defensora oficial había pedido la libertad del imputado por considerar que no había indicios de que se fugaría o entorpecería la investigación, ya que todo el tiempo estuvo al tanto de la investigación y no se fue ni trató de influenciar a nadie. También se opuso a la calificación delictiva del hecho y cuestionó que no se le hubiera notificado de algunas medidas de prueba ya concretadas por ser ‘irreproducibles’.

Para confirmar la sospecha, Fiscalía solicitó un nuevo cotejo de ADN con muestras del sospechoso y el semen encontrado en el pantalón del niño, quien será sometido a una pericia psicopedagógica porque al ser tan pequeño no es posible entrevistarlo con el sistema de Cámara Gesell.

 

Cárcel por violar a la nieta de su ex

Un comerciante que tiene un puesto a la orilla de una Ruta en Caucete, de 60 años, fue condenado ayer por el juez de Garantías, Eugenio Barbera, a 6 años de cárcel, pues entendió que al cabo del juicio se probó que violó a la nieta de quien era su pareja, entre los 8 y los 10 años (hoy tiene 19). Así, el magistrado adhirió al pedido del fiscal José Plaza, quien había solicitado 7 años de cárcel por esos ataques sexuales denunciados recién en marzo pasado. El defensor, Julián Gil, pidió la absolución, luego de cuestionar la acusación y sobre todo el relato de la denunciante por contradictorio y el informe psicológico, al que descalificó por carecer de ‘rigor científico’. Gil anticipó que impugnará la sentencia ante un tribunal superior. Mientras tanto, su cliente seguirá preso.