El avance de la investigación para establecer quiénes dejaron al borde de la muerte a un taxista de Caucete fracturándole a golpes el cráneo y el maxilar, tuvo un giro en las últimas horas: "Es posible que hayan robado su equipo de comunicación para disimular, pero hay varias cosas que no cierran y el móvil del ataque pudo ser otro", dijo un jefe policial. ¿Acaso un móvil pasional?, "No descartamos, pero esa teoría es una de las líneas", agregó, aclarando que puede haber más de los dos implicados inicialmente.
Creen que son más de dos los implicados en el brutal ataque contra el taxista, que sigue grave
El polémico caso que tiene en gravísimo estado a Marcelo Giménez, de 23 años, ocurrió la noche del lunes pasado en inmediaciones de Rastreador Calívar y Enfermera Medina, en un descampado cercano al barrio Justo P. Castro IV, en Caucete.
La versión policial es que esa noche al menos un sujeto pidió el servicio de auto de alquiler de la familia Giménez, "Radio Taxi Caucete", y que le indicó un destino inicial. En el camino, el pasajero le pidió detenerse para que suba otro sujeto y todos partieron hasta el lugar donde finalmente, a punta de cuchillo, lo atacaron.
Fue tal la golpiza que Giménez terminó con la mandíbula y el cráneo con fracturas, pero aun así pudo tomar su teléfono y llamó a un hermano para que lo ayude.
Todo indicaba que había sido víctima de un robo, pues esa noche le llevaron el equipo de comunicación. Pero ese fue uno de los puntos que no les cerró a los pesquisas, pues los delincuentes tenían otras cosas para robar, como la billetera o el propio celular de la víctima (algo usual en los asaltos) pero no lo hicieron.
Además, la investigación comenzó a revelar la presencia de por lo menos una persona que tenía problemas con el taxista y por eso ahora se cree que el robo del aparato de comunicación del auto fue solo una pantalla, para disimular.
Por el momento, sólo hay un detenido por el caso pero en las próximas horas podrían caer otros, indicaron.
Un caso similar con un obrero
Otro que sufrió un ataque que por poco no le cuesta la muerte fue el jornalero Matías Exequiel Hernández, de 29 años. Según la Policía, el pasado miércoles alrededor de las 20,30, tuvo una pelea con un sujeto que lo atacó con una piedra y le fracturó y le hundió el cráneo. Todo pasó en inmediaciones de un kiosco de calle Aberastain entre las calles 12 y 13, en Pocito. En principio se habló del ataque de una patota y hasta de un posible accidente, pero los pesquisas de la seccional 7ma establecieron que pudo ser atacado por problemas de polleras. Y que ese sujeto es el mismo que ya le había pegado un ladrillazo obligando a que le practicaran cuatro puntos de sutura en la cabeza. Por estas horas esperan contar con pruebas más firmes para apresar a ese sujeto.