Un cóctel de alcohol y droga asoma como la principal circunstancia que ocasionó que un conductor realizara una maniobra increíble que terminó en tragedia, pues se metió en contramano por la Avenida Circunvalación y murió al chocar contra otro auto, que terminó incendiado pero con sus dos ocupantes a salvo. Pablo Burgo de Vita se llamaba el fallecido. Tenía 32 años y trabajaba en uno de los controles fitosanitarios de la provincia. La desgracia fue a las 6.16 de ayer, en Capital, en el anillo interno de la Circunvalación, unos 50 metros al Este de calle Tucumán.
Los investigadores creen que Burgo había estado en alguna fiesta. Lo que se sabe es que, de acuerdo a los registros de las cámaras de seguridad, ingresó con su Volkswagen Gol a la Circunvalación por la subida de Scalabrini Ortiz. Su andar fue correcto, de hecho hizo un largo trecho hasta salir del anillo por la bajada hacia Tucumán. Lo que no se explican los pesquisas es por qué luego de atravesar esa calle volvió a subir hacia la Circunvalación y mucho menos por qué en vez de seguir en el mismo sentido hizo un giro de 45 grados hacia la izquierda, entrando a la avenida en contramano, en dirección al Oeste. Burgo hizo aproximadamente 200 metros en dirección contraria hasta que su sentido equivocado tuvo una trágica consecuencia. Fue cuando se encontró de frente con un Fiat Idea que guiaba un chico llamado Emiliano Castro (21), que iba acompañado de una conocida de nombre Tania Zalazar (20), ambos con domicilio en Caucete.
El impacto fue frontal, violento y fatal para el conductor del Gol, cuyo cuerpo quedó aprisionado en el vehículo, sin ninguna chance. Diferente fue la suerte para los ocupantes del Fiat Idea, que pudieron salir cuando comenzó a incendiarse el auto. Los dos fueron trasladados al Hospital Rawson, donde comprobaron que sufrieron politraumatismo. Además, Castro se fracturó la clavícula izquierda y Zalazar el tabique, pero estaban fuera de peligro, confiaron los voceros.
En el lugar trabajó personal de Criminalística, de Bomberos y de la UFI Delitos Especiales, al mando del fiscal Renato Roca. Si bien serán los análisis toxicológicos los que lo confirmarán o no, la presunción de los investigadores es que Burgo tenía los sentidos disminuidos o casi anulados por culpa del consumo de alcohol y estupefacientes. Al respecto, fuentes judiciales revelaron que llevaba en el baúl del auto una hielera con bebidas como fernet y vodka. Y aparte una cantidad no muy grande de marihuana, la habitual para consumo personal. En tanto, a Castro le dio positivo un test provisorio de alcoholemia, aunque no sería culpabilizado judicialmente.
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Un motociclista falleció en Pocito en otro choque frontal
César Miguel Sánchez (foto) falleció pasadas las 6 de ayer al chocar de frente en su moto contra una camioneta, en Pocito. Tenía 38 años, le decían "Banana" y lo último que hizo fue compartir con amigos una noche de pool en el centro, pues cuando regresaba a su casa, por calle Mendoza en dirección al Sur, impactó contra una Ford F-100 que Franco Fabio Villareal (35) guiaba en sentido contrario. El choque fue entre calles 12 y 13 y resultó fatal para Sánchez, al salir despedido de la Motomel 110 cc. Según fuentes judiciales, el hombre de la camioneta dijo que el de la moto se había cruzado a su vía, por lo que decidió tirarse al carril contrario. Sin embargo, simultáneamente el motociclista intentó regresar a su camino, encontrándose ambos vehículos de frente. Sánchez era albañil. Soltero y sin hijos, vivía con sus padres en la zona de Aberastain y 17. "Era muy trabajador y familiero, su vida eran sus sobrinos", lamentó José Carrizo, cuñado del fallecido. Ahora investiga la UFI Delitos Especiales.