Aunque anoche todavía no se sabía la causa de muerte de Ariel Tapia, la hipótesis más fuerte sigue siendo el homicidio y sobre todo que el autor es alguien de su propio entorno. De hecho, anoche liberaron a su madre a la que le tomaron una declaración informativa, es decir que llegó en calidad de sospechosa; mientras que al cierre de esta edición todavía seguía declarando su hijo mayor y paralelamente continuaban detenidos su pareja y el vecino que vio por última vez al niño de 12 años (ver Pág. 14).

El mismo juez Benito Ortíz expresó: ‘cada vez estamos descartando más la hipótesis de que el chico se haya metido solo a la heladera’, dando a entender que suponen que el cuerpo fue introducido ahí por alguna persona. También confirmó que su bermuda, su remera y la zapatilla que le faltaba en uno de sus pies estaba en el congelador de ese refrigerador abandonado dentro de ese predio situado a los fondos de un taller de calle Derqui y a 60 metros de la casa de Ariel en Villa Angelita, Santa Lucía.

Los investigadores apuntan en principio a investigar al entorno del chico. Eso explicaba la detención de Alejandra Silva (35), la mamá, y del hermano mayor del niño, Ezequiel (18), quien anoche declaraba también como sospechoso y fue el último que lo vio en su casa cuando salió el sábado pasado cerca de las 20. Por esa misma razón también detuvieron a Franco Sifuentes (22), pareja de Silva, y al vecino Jorge Gordillo (49), los que declararán hoy.

Gordillo vive a 20 metros de la casa de Ariel y fue otro que tomó contacto por última vez con el chico antes que desapareciera. La prueba está que ayer inspeccionaron los domicilios de la propia víctima y de Gordillo. Otro punto clave que hace sospechar de un conocido o alguien del barrio, radica en que el cadáver fue hallado a escasos 60 metros de donde vivía.

Nada se habla de los posibles móviles, por ahora la idea es ir desechando sospechas. Una prueba de esto es la liberación de Alejandra Silva, a quien al salir de tribunales le preguntaron si sospechaba de alguien y respondió: ‘no sé, ojalá que lo encuentren’, tras lo cual se puso a llorar. La muerte de Ariel causó conmoción, tanto que ya se anuncian marchas.

Para el juez, todo depende de la autopsia. Además señaló que en principio estimaron que el niño llevaba entre 3 y 5 días de fallecido al momento del hallazgo, ocurrido el jueves a la tarde, pero aclaró que espera que el examen forense precise día y hora de fallecimiento.

El cuerpo ‘estaba irreconocible, hemos pedido una extracción de sangre a la madre para hacer una prueba de ADN y confirmar que es el niño’, dijo Ortíz. El estado de putrefacción era tal que se ‘le habían salido los ojos y los dientes, y no se le pudieron tomar las huellas’, comentó.