El mediocampista de San Martín de San Juan, el venezolano Michael Covea, trató de minimizar ayer ante el juez Maximiliano Blejman su rol como acusado de quebrar la nariz y arrancar los cabellos como parte de la golpiza que recibió el músico Alfonso “Fonchi” Aseguinolaza Caballero (21), la madrugada del 7 de noviembre pasado en el barrio Residencial, en Capital. En su versión, confirmada por su defensor Darío Amaya, el joven futbolista aseguró que fue el denunciante quien se ofuscó cuando él y su compañero de equipo, el uruguayo Carlos Bueno, saludaron a las chicas que estaban con el músico. Que se subió a la camioneta de Bueno, él bajó y el joven lo amenazó y persiguió para golpearlo con una piedra. Que todo se calmó hasta que volvió a insistir con la piedra, golpeó a Bueno y le tiró una trompada a él y replicó: “Me tiró un golpe, yo sólo se lo devolví pero con la mano abierta”, dijo.
