Verónica Escudero llegó de la escuela, fue a hacerle una compra a su mamá, volvió, pidió permiso para ir a jugar a la casa de un vecino y desapareció. Hasta ahí la secuencia de un caso que extrañaba sobre el mediodía del viernes, hasta que el curso de las horas dio paso a las peores suposiciones. Y esos pensamientos se transformaron en una amarga desgracia unas cuatro horas después, cuando un pescador encontró el cuerpo de esa niña de apenas 11 años flotando en un brazo del río Tunuyán, frente al parque Lombardía, detrás del anfiteatro municipal donde se desarrolla el Festival Nacional de la Tonada, en Tunuyán.

Entonces hubo conmoción, porque la familia de la nena no esperaba encontrarla sin vida. Y mucho más cuando se supo que la niña había sido víctima de un ultraje sexual antes de correr un trágico destino y ser arrojada al río con toda la intención de que el agua eliminara por completo las evidencias del crimen.

Entonces también hubo sospechas bien definidas, con cinco sospechosos detenidos, en principio. Y finalmente dos seriamente complicados como presuntos partícipes de la aberrante maniobra. Esos sospechosos son del entorno íntimo de la nena, un tío suyo, de unos 50 años, y uno de los hijos de este hombre, ambos mencionados ayer por la prensa mendocina con antecedentes por delitos sexuales.

Verónica tenía cuatro hermanos y su familia vive en un barrio céntrico de Tunuyán, bastante lejos del sitio donde fue hallado el cuerpo de la pequeña.

“La estuvimos buscando como locos toda la tarde y a las 21,30 nos llama la Policía para avisarnos que habían encontrado su cuerpo en el río”, recordó ayer sin consuelo su papá.

A simple vista, el cuerpo no presentaba evidentes signos de violencia externa y ese dato hacía suponer que él o los homicidas de Verónica pudieron asfixiarla luego de ultrajarla sexualmente.

El hecho es analizado en detalle por peritos y otros investigadores. Y ahora al informe forense deberán sumarse ahora otras pruebas, como testigos y seguramente algún examen de ADN que servirá para confirmar o no la vinculación de uno o ambos sospechosos en el conmocionante caso.